El cuarto jueves del mes de noviembre se celebra el Thanksgiving Day en Estados Unidos -en Canadá se celebra antes-, y como tantas otras de sus costumbres, esta celebración también se está extendiendo por el mundo, al menos como excusa para comer algo diferente. Por eso os quiero contar cómo hacer la receta tradicional americana del pavo de Acción de Gracias, porque además puede ser una estupenda idea para los menús de Navidad que ya tenemos tan próximos.
Mi amigo Marco Besas es un estadounidense que vive en España y que, además de escritor y cineasta, es un excelente cocinero. Como a tantas personas que viven fuera de su país, le gusta celebrar sus fiestas para mantener los lazos con su hogar y compartir su cultura con nosotros. En una ocasión nos invitó a su casa y allí nos enseñó a preparar el pavo de Acción de Gracias de la forma que lo hacen en los Estados Unidos. Y como ahora veréis, es bien sencillo.
Para preparar el pavo y que quede bien jugoso es conveniente usar una bolsa de asar como las de pollo pero en tamaño grande. Podéis encontrarlas en tiendas de gastronomía o en las tiendas de comida americana. Para hacer el pavo y que quede jugoso, antes de hornearlo lo untamos con aceite de oliva, lo salpimentamos y lo rellenamos con las manzanas.
Forramos la punta de las patas con papel aluminio para que no se quemen y lo metemos en la bolsa de asar. Picamos el apio y la cebolla en trozos groseros y los metemos junto con el pavo. Cerramos la bolsa y la ponemos sobre una bandeja de horno.
Horneamos la bolsa a 175ºC durante 2 horas y media colocando la bandeja en la zona central, teniendo la precaución de que el pavo no toque las resistencias de la parte superior. Tras dos horas, ponemos una hoja de papel aluminio sobre la pechuga para que no se queme en exceso. Después de las 2 horas y media, apagamos el horno pero dejamos el pavo dentro hasta el momento de servir.
Mientras el pavo se va haciendo, podemos ir adelantando todos los complementos que hay que servir en la cena de Acción de Gracias. El relleno o stuffing, se puede meter y cocinar dentro del pavo, pero la mayoría de americanos lo cocinan en una cazuela y después lo sirven aparte como una guarnición, pues es mucho más cómodo y así el pavo no se reseca.
Para hacerlo, rehogamos el bacon con la cebolla muy muy picada, y cuando esté transparente añadimos las migas de pan de maíz y el caldo, mezclando unos minutos hasta que quede una masa húmeda. Si no encontráis el típico cornbread y en vuestra zona no hacen pan de maíz, podéis sustituirlo por migas de pan de hogaza.
Los demás complementos y guarniciones, es decir, el puré de patata, los boniatos o batatas, las mazorcas de maíz cocidas, no necesitan mayor explicación. También es tradición decorar la casa con motivos que muestren pavos, incluso en las servilletas, como podéis ver en las fotos.
Cuando todo esté listo, abrimos la bolsa de asar y recogemos los jugos con el apio y la cebolla, reduciéndolo para hacer la salsa gravy. El pavo no lo trinchamos como si fuera un pollo en tajadas, sino que vamos cortando lonchas empezando en la pechuga. Los muslos, alas y demás presas se deshuesan para que cada comensal pueda servirse solamente la carne.
Con qué acompañar el pavo de Acción de Gracias
La tradición dice que cada comensal debe poner en su plato una cucharada de puré de patatas, otra de relleno o stuffing y la carne de pavo que desee, junto a la salsa gravy y a la mermelada o salsa de arándanos rojos -cranberries-, mezclando a su gusto, además de las demás guarniciones. De postre, no suele faltar una tarta tipo pie, normalmente la tarta de calabaza o con boniato, siendo también muy popular la tarta de nueces pecanas o pecan pie.
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