Nacido en 2005 en Nueva York, de la mano del barman australiano Sam Ross, el cóctel Penicillin ha tardado muy poco tiempo en convertirse en lo que hoy en día se llama "un nuevo clásico", expandiéndose su receta por las mejores coctelerías de todo el mundo.
La mezcla de whisky -del buen, por favor- con zumo de limón, miel y jengibre resulta exquisita, casi adictiva, incluso para quienes no son especialmente amantes de este licor. Y es que esta combinación de ingredientes funciona a las mil maravillas, ninguno destaca sobre los demás y el resultado es muy suave, apreciándose todos sus matices. Un nuevo clásico que incorporar a nuestras recetas de cócteles.
El cóctel Penicillin p'adentro y listo para afrontar los días fríos del invierno neoyorkino. Seguramente no es tan potente como una vacuna contra la gripe, ni dispone de las propiedades curativas de un antibiótico, pero tiene la capacidad de revivir el cuerpo. Aunque lo suyo es disfrutar de él en cualquier momento, temporada y situación.
Como ocurre con la mayoría de cócteles, todo pasa por introducir los ingredientes -bien pesados y medidos- en en vaso de una coctelera, cerrar y agitar. Así de sencillo. Aunque en este caso hemos encendido los fogones para preparar dos de los ingredientes necesarios: almíbar de jengibre y aguamiel. Nada complicado, lo vais a comprobar en un segundo.
Para el agua miel solo tenemos que introducir la misma cantidad de agua que de miel en un cacito y darle un hervor a fuego medio de un par de minutos. Lo dejáis enfriar y listo para usar. Se puede guardar en un tarro -mejor en nevera- y dura años en buen estado.
Para el almíbar de jengibre hacemos algo muy parecido. Calentamos 100 ml de agua, 50 g de azúcar y un trocito de jengibre troceado (no hace falta pelar). Cocemos a fuego medio durante un par de minutos, lo dejamos enfriar, lo colamos y listo para usar. También dura mucho tiempo si lo guardamos en la nevera.
Estos pasos nos los podemos ahorrar si contamos con ambos ingredientes en casa, pero no suele ocurrir. En cualquier caso, ahora solo queda introducir el whisky, el agua miel, el almíbar de jengibre, el zumo de limón y un poco de hielo en una coctelera y agitar bien. Servimos en un vaso con hielo, decoramos (opcionalmente) con piel de limón y ¡listo!
Con qué acompañar el cóctel penicilin
Los cócteles, en general, casan genial con snacks y aperitivos, así que no os cortéis y servid este cóctel penicillin con unas patatas chips caseras o unas almendras fritas. Todo ello de elaboración propia, pero fácil y rápido, para dejar a vuestros invitados con la boca abierta sin despeinaros.
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