Si alguna vez te has sentido decepcionado por el queso mozzarella fresco que, a pesar de su textura suave, al probarla te deja con ganas de más, este truco tienes que probar. La clave está en un proceso de marinado simple, pero increíblemente efectivo.
Ya no tendrás que añadirla directamente a tus platos; con solo unos minutos extra, vas a potenciar su sabor de manera exponencial. Este método no solo realza el gusto inherente del queso, sino que también le incorpora nuevos matices que complementan a la perfección una amplia variedad de platos.
El truco es tan sencillo como revolucionario: marinar la mozzarella antes de usarla. Una vez escurrida y cortada en rodajas o dados, sumérgela en una mezcla de aceite de oliva virgen extra, una pizca de sal marina y tus hierbas aromáticas frescas favoritas. El orégano, la albahaca y el tomillo son excelentes opciones, pero también con menta o perejil e incluso un poco de ralladura de limón para un puntito cítrico.
Así hay que dejar reposar la mozzarella en esta mezcla durante al menos 15 o 20 minutos a temperatura ambiente. Si tienes más tiempo, puedes dejarla en la nevera por un par de horas, asegurándote de sacarla unos 15 minutos antes de usarla para que recupere su temperatura y textura característica.
Este truco realmente hace la diferencia a la hora de armar una ensalada. Por ejemplo, tomemos la ensalada Caprese, donde cada rodaja de mozzarella está impregnada del aroma de la albahaca fresca y el sabor del aceite de oliva. La diferencia es abismal.
También funciona de maravilla en ensaladas con tomates cherry, rúcula y vinagre balsámico o con aguacate, fresas y mozzarella. La mozzarella marinada no solo aporta un sabor más intenso, sino que el aceite de la marinada actúa como un aderezo natural, envolviendo los demás ingredientes con su riqueza. Es la solución perfecta para transformar una ensalada simple en una memorable.
Pero la magia de la mozzarella marinada no se limita solo a las ensaladas. Es un ingrediente estrella en bruschettas o tostadas, donde su sabor realzado contrasta con el crujiente del pan y el resto de los ingredientes. Mismo, en una pizza casera, añadir rodajas de mozzarella marinada justo antes de hornearla le dará un toque gourmet inigualable, liberando sus aromas al calor.
Incluso para armar un bocadillo mediterráneo de estilo vegeteriano es una gran adición. Se puede experimentar incorporándola en ensaladas de pastas frías o como parte de una tabla de quesos con frutos y frutas secas; la versatilidad de este truco abre un mundo de posibilidades para disfrutar de una mozzarella con un sabor verdaderamente excepcional.
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