Tania Mykhailenko es la chef creadora detrás de Tanu Bombonería, un proyecto con un concepto dulce con el foco puesto en la salud, el bienestar y el sabor.
"Desde los 16 años tenía la lista completa de intolerancias: gluten, azúcar, caseína, clara de huevo, y mi estómago no era capaz de digerir la carne," afirma Tania, explicando cómo esta necesidad la impulsó a crear sus propias recetas dulces.
Cada bombón está elaborado por la misma Tania en el obrador, que debo decir está en óptimas condiciones de limpieza. Un producto cuidado y artesanal, hecho a mano. Son golosinas más saludables y transparentes.
Su lista de ingredientes es breve e incluye ingredientes como dátiles, la familia de frutos secos (almendra, nueces, avellanas, anacardos, pistachos), azúcar de coco, sirope de agave, naranja, coco y chocolate negro al 80% de un proveedo boutique que obtiene sus granos de agricultores peruanos llamado Kina, por ejemplo, de origen local. Pero el ingrediente nostálgico que hace a la historia personal de Tania es el trigo sarraceno.
Este cereal es un ingrediente extremadamente popular y fundamental en la cocina ucraniana, y de hecho, en gran parte de las culturas eslavas. Se lo conoce localmente como "grechka" y es considerado un alimento básico, similar a lo que el arroz es para otras culturas. Con gran ingenio, Tania lo reinventa como una capa tostada y crujiente que aporta textura a sus bombones dulces.
"Tiene una textura de popcorn", asegura Tania, y es que al hincharse y tostarse, el trigo sarraceno se vuelve crujiente y ligero, y al combinarse con azúcar de coco se puede caramelizar. Cada pieza es una elaboración de meses y de prueba y error constante. Con un método autodidacta, despliega en la mesa los ingredientes y empieza a probar. Aprovecha los frutos secos para lograr las diferentes texturas, ya sean picados groseramente o finamente, pulverizados o hechos mantequilla, cada uno tendrá un efecto diferente.
Además del sabor, la calidad nutricional es importante para Tania. Priorizando la calidad sobre la cantidad, son piezas que se disfrutan en uno a dos bocados. "Siempre digo que es graso, pero es grasa buena para tu cuerpo y te mantendrá satisfecho con una menor cantidad". Además es bueno para los niños, para los adultos y para los que tienen determinadas alergias, ya que aquí no hay rastros de gluten, azúcar blanca, lactosa, huevos, soja ni cacahuetes.
Tania enfrenta un doble desafío: elevar la experiencia y las expectativas de cómo sabe el chocolate, y educar al público sobre un producto sin azúcar añadido. Su filosofía es transformar el escepticismo en asombro con una gran sonrisa. Como dice Tania, "Cuando la gente ve que dice que no tiene azúcar, ni tiene lactosa, ni tiene gluten, lo miran extrañados y confusos ... hasta que lo prueban y dicen, ¡wow, así saben los ingredientes reales!"
La oferta de Tanu se diferencia por la textura. Los llamados soufflés son más blandos y suaves con un relleno más cremoso a base de anacardos. Mientras que los crocantes y texturados son los bombones que vienen en seis sabores: almond crunch, almond fudge, coco heaven, crispy hazelnut para los verdaderos fans de la avellana, hazelnut brownie y uno de los más vendidos, tahini crunch que contiene polvo de cacao, migas de avellana, mantequilla de cacao, tahini, virutas de coco, caramelo de trigo sarraceno, dátil, sal y chocolate negro. Cada bocado es una experiencia de contrastes y muy diferente entre si. Hay además tres sabores de trufas y helados en formato de palito bombón.
Lo más lindo de Tanu es la historia del bordado que forma el logotipo de la marca (llamado Vyshyvanka). Con su forma de rama, representa el crecimiento a través del cambio y la conexión entre el pasado y el futuro. Propio de la tradición cultural de Ucrania, refleja la herencia de Tania y su propósito actual como pastelera: fusionar los ingredientes y recuerdos de su pasado con los sabores locales de su nuevo hogar.
*A partir de noviembre, los bombones de Tanu solo estarán disponibles bajo encargo a través de redes sociales.
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