Vivir en un camión no era parte del plan, pero terminó siendo una elección consciente. Ashley Kaye, de 36 años, ha cambiado la vida convencional por una casa sobre ruedas que le permite viajar, trabajar y dormir donde quiera. Todo por 1.305 dólares al mes (unos 1.200 euros).
Para muchos, sería un experimento. Para ella, es una forma de vida. Kaye no vive en una furgoneta hipster ni en una caravana de lujo, nada que ver con eso. Vive en un camión adaptado, con lo justo para cocinar, dormir, y no pagar facturas que no le aportan felicidad, según ha explicado a la CNBC.
Lo más sorprendente no es el ahorro, sino el grado de comodidad que ha conseguido con tan poco. Dice sentirse bien en espacios pequeños, y su camión —con energía solar, cama, cocina portátil y estufa— es todo lo que necesita.
Todo empezó en 2019, cuando Kaye hizo un viaje de buceo a Honduras que cambió por completo el rumbo de su vida. Durante esa experiencia, conoció a una persona que viajaba a tiempo completo. Aquella conversación le hizo replantearse su carrera y su vida en Wisconsin.
"Me dijo que ojalá lo hubiera hecho antes, porque es mucho más fácil y barato de lo que uno cree. Eso lo cambió todo para mí", cuenta Kaye a CNBC Make It. "Volví a casa, trabajé más que nunca, y al año siguiente dejé mi empleo", relata.
Viaje alrededor del mundo
Después de dejar su trabajo en 2020, Ashley se embarcó en un viaje que duraría tres años alrededor del mundo. En ese momento, contaba con unos 37.000 dólares de ahorros, pero confiesa que lo más difícil no fue el dinero, sino no tener un trabajo que llenara su tiempo.
"No sabía cómo simplemente no hacer nada. Los primeros meses fueron realmente duros y no tenía claro si había tomado la decisión correcta", reconoce. Sin embargo, cuando encontró su ritmo y ganó confianza viajando, no volvió a mirar atrás. "No tengo ningún arrepentimiento", asegura.
En 2022, una pareja se puso en contacto con ella a través de Instagram para preguntarle por su experiencia en Sudáfrica. Ellos también estaban viajando en una camioneta Toyota con camper. Fue entonces cuando Ashley descubrió el mundo del overlanding, una forma de viajar de manera autosuficiente a destinos remotos, normalmente en vehículos todoterreno.
Compra un Tacoma y lo transforma
Después de investigar por su cuenta, decidió lanzarse de lleno y compró una Toyota Tacoma por 42.934 dólares. Recogió el vehículo en Dakota del Sur y lo condujo de regreso a Wisconsin, justo después de vender la casa donde creció por 320.000 dólares.
En marzo de 2023, viajó hasta Baja California, México, para iniciar las reformas necesarias que harían habitable su nuevo hogar sobre ruedas. "Mi vida ahora es como: ‘el plan es que no hay plan’. La mayoría de la gente planea esta aventura durante años. Yo ni siquiera tenía camioneta cuando acepté la oferta por mi casa", explica.
Todo fue muy improvisado, así que necesitó un tiempo para organizarse y adaptarse. En total, estima que ha invertido más de 50.000 dólares en mejoras, incluyendo la compra del camper, paneles solares, cambio de la caja del camión, nueva suspensión, neumáticos, parachoques personalizado y una nevera eléctrica.
Cuando su vehículo estuvo listo, decidió lanzarse a recorrer la Carretera Panamericana, que va desde Alaska hasta el extremo sur de Argentina. "Es una forma increíble de viajar. Puedes ir a tu ritmo, y si encuentras un lugar bonito y tranquilo, te quedas el tiempo que quieras", comenta. Aunque advierte que no todo es tan idílico: "Cruzar fronteras puede ser agotador y complicado, especialmente si viajas sola".
Más de 500 dólares al mes en gasolina
Su vida en la carretera se divide entre días de viaje y días de descanso. En los días de traslado, se levanta temprano para recoger todo y conducir entre cinco y siete horas. En promedio, gasta 556 dólares al mes en gasolina y 453 dólares en comida.
"A mí lo que más fácil me resulta es estar cómoda en espacios pequeños. Me siento completamente a gusto. Puedo pasar todo el día dentro del camper sin sentirme encerrada ni agobiada", afirma. "Estoy constantemente rodeada de espacios abiertos en la naturaleza, y eso me llena por dentro", relata.
Suele quedarse entre dos y tres noches en cada destino antes de continuar. Como su camioneta no tiene baño, utiliza un inodoro portátil tipo caja y una bolsa de ducha solar. “Intento tener todo bien organizado en el vehículo y el camper.
Sus otros gastos fijos incluyen 96 dólares al mes por el móvil y 200 dólares por el internet Starlink. También ha desembolsado más de 6.000 dólares en experiencias únicas, como una semana de buceo en las Islas Galápagos.
A estas alturas, Ashley ha recorrido más de 20 países en su Toyota Tacoma, pero no sabe dónde se asentará si vende el vehículo. Volver a vivir a tiempo completo en EE. UU. no está entre sus planes. Si algún día compra otra casa allí, será como inversión, probablemente para alquilarla.
Actualmente está considerando establecerse en el sur de Francia, en España o en Italia. "Cada lugar tiene sus retos. Para mí, se trata de encontrar un sitio donde realmente quiera estar, y entonces afrontar lo que venga", concluye.
Foto | @hifromashley/Instagram
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