El bar de vinos de Valencia en el que descubrir los secretos mejor guardados de la terreta (y alucinar con un tremendo pastrami)

Este pequeño local en el corazón del Eixample de Valencia es un moderno wine bar con una decoración moderna, toque industrial y algo diferente. Sorprende que siendo un lugar donde disfrutar de casi un centenar de referencias en vinos, no haya barra. Primera sorpresa.

Cuenta con pocas mesas, paredes de ladrillo, iluminación muy cuidada y un ambiente acogedor que te hace intuir una experiencia diferencia.

Nacho Otamendi, propietario y sumiller de Travieso Bar.

La siguiente sorpresa viene en la propuesta gastronómica. Tiene una carta más bien corta, minimalista, pero se nota el gusto por lo minucioso y el detalle. Todo se puede comer con las manos. Mientras lo acompañas de cualquier vino. 

Su propietario y sumiller, Nacho Otamendi, rápidamente acierta con sus sugerencias entre la amplia oferta de vinos. Profesional, cercano, es fácil dejarse asesorar. Y es un acierto.

Un vino blanco, el Romano, sirve para abrir boca y comenzar con un entrante sencillo pero elegante y de categoría: un pan cristal con mantequilla de oveja y anchoa López Serie Oro. 

Una carta amplia en vinos y corta en platos

Seguido por una croqueta de vaca madurada y salsa tártara, que cuenta un sabor casero realmente delicioso. Textura fina, con sabor profundo, una croqueta siempre es un acierto. Y esta empieza a subir el nivel.

Le damos paso a un tinto, Los Frailes Caliza, elaborado en Monastrell y criado en depósitos antiguos y ánforas, con personalidad. Siguiente acierto.

Acompañado de una de las especialidades de Travieso: el brioche que cuidan con detalle y marca la diferente. En este caso con steak tartar que entra por los ojos por su cuidada presentación. Exquisito bocado. 

Brioche con steak tartar

Como el también original cornetto de tartar de salmón con salsa thai, aguacate y queso feta. Que resulta ligeramente picante y muy muy rico. 

Pero el imprescindible es, sin duda, el sándwich de pastrami. Que como explica Nacho Otramendi su personal pastrami está elaborado de forma artesanal. Lo elabora con esmero, con mucho tiempo y un proceso laborioso y diferente. Está ahumado antes de la salmuera, otorgándole un sabor realmente impresionante. Es el mejor de Valencia y solo por ello ya merece la pena Travieso Bar. El pan no es cualquiera, seleccionado con acierto consigue estar a la altura de su interior. Se nota realmente casero, equilibrado. La sorpresa definitiva.

Sándwich de pastrami, sorprendente sabor

A pesar de contar con pocas opciones en la carta, no conviene saltarse el postre. Donde podemos disfrutar de un pan quemao con chocolate, aceite y sal. O la curiosa reinvención de un cremaet, en este caso reinterpretado y que cierra el broche perfecto sin bajar el nivel.

Pan quemao con chocolate, aceite y sal

Sus precios rondan los 25-30 euros por persona. Sin ser abundante, el sabor, la variedad de vinos y el servicio completan la experiencia que tiene mucho de sorpresa, de las agradables.

Travieso Bar

• Dónde:  Carrer de Joaquín Costa, 12, L'Eixample. Valencia
• Precio medio: 25-30 euros.
• Horarios: de 18 a 24h, cierra lunes y domingos.
• Reservas: en su web.

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