No está en Barcelona, está en León: este fue el primer edificio como bloque de viviendas que diseñó Antoni Gaudí

Levantado en el año 1892, se tardó apenas 10 meses en concluir la obra, la primera del arquitecto catalán fuera de Cataluña

Casa Botines Gaudi
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Jaime de las Heras

Editor Senior
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Jaime de las Heras

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Si hay un nombre asociado a la figura contemporánea de la ciudad de Barcelona, ese es el del arquitecto Antoni Gaudí, con permiso del urbanista Ildefons Cerdà, que diseñó el ensanche de Barcelona en el siglo XIX, pero, evidentemente, el nombre del arquitecto de Reus queda íntimamente ligado a la capital catalana, que hoy presume de su legado gracias a los trabajos del padre del modernismo español. 

Basta pasear por la ciudad para encontrar su huella convertida en símbolo. Sin embargo, aunque existen muchísimos edificios de Gaudí en Cataluña y apenas tres fuera de ella, el primero de los edificios que puede considerarse un bloque de viviendas como tal, aunque estuviera pensado para la alta burguesía, no se levantó en Barcelona. Ese honor corresponde a León.

A finales del siglo XIX, Gaudí era todavía un arquitecto joven, con prestigio creciente pero sin la aureola universal que llegaría después. Su llegada a León no fue fruto del azar, sino de una red de contactos. 

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Mientras trabajaba en Barcelona para su gran mecenas, Eusebi Güell, este le puso en relación con dos empresarios leoneses, Simón Fernández y Mariano Andrés. Ambos eran propietarios de un próspero negocio de tejidos y banca, heredero de una casa comercial fundada décadas antes por Juan Homs y Botines. Aquella empresa necesitaba un edificio nuevo, moderno y funcional, capaz de albergar almacenes, comercio y viviendas.

Casa Botines Fachada de Casa Botines. ©Museo Casa Botines Gaudí.

El encargo era ambicioso. Fernández y Andrés querían levantar un inmueble que ampliara su actividad y, al mismo tiempo, reflejara solvencia y modernidad. Gaudí aceptó el reto y proyectó un edificio completamente distinto a lo habitual en la ciudad. 

El resultado fue una construcción de siete plantas, inspirada en modelos urbanos de grandes capitales europeas como París o Barcelona, algo inédito en León en aquel momento. La planta baja se destinó al comercio, el sótano a almacén, la primera planta a residencia de los propietarios y los pisos superiores al alquiler de viviendas.

Las obras comenzaron en 1892 y avanzaron con rapidez. En apenas diez meses, el edificio estaba prácticamente terminado, una velocidad sorprendente para una construcción tan compleja. Gaudí no dirigió personalmente el día a día de los trabajos, pero dejó instrucciones muy precisas y confió la ejecución a arquitectos locales. 

Casa Botines 2 Vista frontal de la fachada de Casa Botines. ©Museo Casa Botines Gaudí.

Pese a ello, la impronta del creador catalán es evidente en cada detalle. El uso de piedra, la apariencia casi medieval del conjunto y la cuidada distribución interior muestran ya algunas de las ideas que después desarrollaría en sus obras más conocidas.

Aquel inmueble se convirtió así en la primera casa de vecinos diseñada por Gaudí. No era un bloque popular, sino un edificio pensado para una élite económica, aunque con una clara vocación funcional. 

Durante años, sirvió como sede del negocio de Fernández y Andrés, combinando actividad comercial y residencial. Con el paso del tiempo, el edificio empezó a ser conocido popularmente por el apellido Botines, en recuerdo del fundador original de la casa mercantil, y ese nombre terminó imponiéndose de manera definitiva.

Una De Las Esquinas Del Edifico C Museo Casa Botines Gaudi Una de las esquinas del edifico. ©Museo Casa Botines Gaudí.

En 1929 se produjo un cambio importante. La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León adquirió el inmueble y lo destinó a oficinas bancarias. Durante décadas, su interior se adaptó a las necesidades financieras, mientras el exterior se mantenía como uno de los iconos arquitectónicos de la ciudad. El uso bancario se prolongó hasta bien entrado el siglo XXI, cuando se decidió dar un nuevo paso.

En 2017, la Fundación Obra Social de Castilla y León impulsó la musealización del edificio. Desde entonces, la conocida Casa Botines ha abierto sus puertas al público como museo dedicado a Gaudí, a su obra y al contexto histórico en el que fue concebida. 

Hoy recibe a miles de visitantes cada año y combina espacios expositivos, actividades culturales y zonas dedicadas a la divulgación. De almacén textil a símbolo cultural, el primer bloque de viviendas de Gaudí sigue escribiendo historia en pleno corazón de León.

Imágenes | Museo Casa Botines Gaudí

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