El restaurante centenario en el corazón de Asturias donde no hay cachopo. Ni falta que hace: hay rollo de bonito y cebollas rellenas

Con una carta amplísima, este local de Avilés mantiene el corte tradicional sin caer en la trampa turística del cachopo

Restaurante Centenario Cachopo
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Jaime de las Heras

Editor Senior
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Jaime de las Heras

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De un tiempo a esta parte, no solo en Asturias, la dictadura del gigantismo gastronómico ha permitido que la proliferación del cachopo se extienda casi como una mancha del mismo tamaño que este enorme filete empanado y relleno.

Asturiano, pero ni tan popular ni tan tradicional como algunos quieren intentar que lo sea, el cachopo se ha convertido en una bandera de la new wave gastronómica de lo casi pornográficamente culinario por sus medidas.

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Por suerte, no toda Asturias sucumbe a la misma suerte gastronómica y hay lugares en los que se le canta un vade retro al cachopo, sin dejarle espacio para entrar en la carta.

Precisamente lo que pasa en Casa Tataguyo, el restaurante más emblemático de la ciudad de Avilés, que lleva sirviendo comidas desde el año 1845 (ahí es nada) y cuya carta, amplísima donde las haya, no permite vislumbrar al cachopo por ninguna esquina.

Salón Casa Tataguyo Salón Casa Tataguyo

Decorado como una antigua casona asturiana y ubicado en el corazón de la ciudad –dentro del corazón que ya Avilés supone dentro del Principado–, esta arteria gastronómica aparece en la Plaza del Carbayedo.

Bonito Bonito a la plancha.

Y aquí, como decimos, no hay ni rastro del cachopo. Sí hay un sinfín de recetas asturianas como el rollo de bonito, perfecto para el verano, o una de las recetas más auténticas que se conocen del Principado, como las cebollas rellenas de bonito, pero no están solas.

Longaniza Con Patatas Longaniza con patatas. ©Casa Tataguyo.

Aquí hay pote asturiano de verdina y compango y fabas con almejas; también La longaniza del cocido con patatas y los callos de la Tata, una receta que arrastran desde hace décadas, o pescados del día, además de generosos chipirones en su tinta con arroz.

Callos Callos de la tata. ©Casa Tataguyo.

Y, también, carnes. Muchas, variadas y con mucho sello asturiano, pero en ninguna se pajarea con el cachopo. Entrecot, chuleta, solomillo, boliche e, incluso, asados como el cochinillo o el cordero, que dan lustre a un restaurante donde la oferta es tan variada y potente que no hace falta recurrir a maquillajes como el del cachopo.

Imágenes | Casa Tataguyo

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