Hace ya unos años, me sorprendió la creación por el equipo de sumillers de El Bulli, de una cerveza destinada a ser consumida acompañando la comida, y no a ser un refresco o un aperitivo como las tradicionales. Pues bien, hace poco he tenido la oportunidad de probar la cerveza Inedit en combinación con distintos alimentos, y mi conclusion es que Inedit es una cerveza que quería ser un vino.
La prueba se hizo en la Terraza del Casino de Madrid, y fue dirigida por Pepe Ferrer, quien había preparado una especie de cata ciega. No se trataba tanto de probar la cerveza, sino de ver cómo funcionaba al combinarla con diferentes sabores. Para que la vista no nos influyera, Pepe había preparado una serie de geles, en los que concentraba distintos productos, para que los probásemos con Inedit.
Cata combinada de cerveza Inedit con distintos alimentos
Lo más curioso de este experimento en el que tomé parte, era que a priori, nada me permitía saber con qué estaba combinando la cerveza. Se presentaban ocho cucharillas de cata, en las que sucesivamente, iban añadiendo un gel que concentraba un sabor, pero sin que supiera qué era. Y no todos los sabores funcionaban igual de bien.
El procedimiento era el siguiente. Teníamos que dar un trago a la cerveza, luego oler la cucharita y tratar de adivinar qué era, sin llevarlo a la boca. Fue divertido como algunos sabores salían a la primera y cómo otros eran difíciles de encontrar. Luego, probábamos el gel y la cosa en general se aclaraba, pero no siempre, a veces nuestra confusión era patente. Finalmente, ya sabiendo lo que habíamos probado, bebíamos un trago de cerveza y veíamos cómo reaccionaba nuestro paladar.
Los diferentes geles, reaccionaban de forma diferente. En el caso de los sabores grasos, la cerveza contrastaba estupendamente, potenciándose la cremosidad en boca, y en el caso de los sabores potentes y salados, la cerveza refrescaba muchísimo. Con el gel de berberechos, los matices de la cerveza se potenciaban. Con el de langostinos, sin embargo, y me resultó muy curioso, la cerveza era simplemente refrescante pero más insulsa.
El gel de boquerones en vinagre, con ajo y aceite de oliva, nos hizo revivir la cerveza. ¡Qué bien funciona y cómo se potencian todos los ingredientes en boca! La alcachofa, tan difícil de maridar, consiguió también encajar estupendamente.
El gel de anchoas era muy potente, con el sabor de la sal y un sabor a mar tan intenso que todos reconocimos inmediatamente. Aquí la cerveza funcionó como un refresco, sin que yo disfrutase de la combinación. El siguiente gel, una especie de salsa agridulce, tipo chutney, combinaba de modo genial con las notas cítricas de la cerveza.
Para terminar, probamos la sensación del picante, con un gel de jengibre, que hizo revivir de nuevo la cerveza, parecía más fresca, más completa. Y en la última cucharita, un gel de chocolate con naranja, que armonizó estupendamente. Es curioso que cuando he tomado chocolate con cerveza negra, los sabores encajan muy bien, por los amargos de ambos productos, pero la cerveza Inedit no tiene amargo, el maridaje o armonía se produce entre los sabores cítricos de la cerveza y el de la naranja del chocolate.
Mis notas de cata de la cerveza Inedit
Lo primero que quiero reconocer es que la primera vez que probé esta cerveza, cuando salió al mercado, allá por 2008 no me gustó demasiado su sabor afrutado. Es una cerveza que no contiene lúpulo, y en su lugar, está aromatizada con distintas hierbas y especias. En mi paladar mental, el recuerdo de la cerveza es siempre amargo y por eso me sorprendió encontrar sabores cítricos y el aroma de cilantro.
La cerveza es ligeramente turbia, y en mi opinión no es buena para el “cañeo” como cerveza refrescante, sino que está concebida y diseñada para acompañar todo tipo de platos. Tiene una espuma algo más floja que otras cervezas, que no dura demasiado, sin embargo, su aroma y retrogusto quedan en boca mucho tiempo.
Es una cerveza que hace salivar, y tanto en boca como en nariz, está llena de sabores y pequeños matices, que son idóneos para acompañar todo tipo de sabores, incluso tan difíciles de maridar como el de la alcachofa o los vinagres. En boca resulta bastante cremosa y sus burbujas son suaves y agradables. En resumen, es una cerveza diferente, peculiar y que puede sustituir perfectamente al vino durante una cena. De hecho se recomienda beberla en copa de vino, a una temperatura de entre 4º y 8º, y sin llenar mucho la copa para apreciar todos los sabores.
Cerveza Inedit Damm
Cerveza sin lúpulo, coupage de malta y trigo
Tamaño 75 ml.
4,8 % Vol
Puntuación 8
En Directo al Paladar | Estrella Damm Inedit. Cata de cerveza
En Directo al Paladar | Cata de cerveza Gutmann Dunkel