El pan rallado tradicional tiene un serio competidor, el panko. Seguro que ya habéis oído hablar de él, incluso en Directo al Paladar hemos propuesto algunas recetas hechas con este pan procedente de Asia con el que cualquier empanado se convierte en un manjar crujiente.
Pero ¿qué es lo que le diferencia del pan rallado tal y como lo conocemos? la diferencia fundamental es que el panko se prepara sin la corteza, de ahí su color blanco, desmigando el pan tierno y dejándolo secar posteriormente. Además no se pulverizara, dando como resultado unos trozos mucho más grandes que el pan rallado tradicional. Pero lo que es más importante es la ligereza del pan utilizado, en muchas ocasiones con leche en su composición, que hace que una vez fritos los alimentos con panko, su costra crujiente resulte fina y nada pesada.
El nombre no es tan sofisticado como parece, sencillamente significa miga de pan. En el nombre está pues la clave para entender qué es el panko, finas migas de pan, convertidas en copos de pan una vez secas. Hemos podido comprobar que además de procurar un excelente empanado, también se puede utilizar con éxito en gratinados y preparaciones al horno, siendo
el vehículo perfecto para crear costras crujientes.
Os dejo algunas de las recetas que hemos preparado con panko:
Imagen vía | Lec en Flickr
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