Flores de calabacín y calabaza: propiedades y usos en la cocina del manjar más delicado del verano

Flores de calabacín y calabaza: propiedades y usos en la cocina del manjar más delicado del verano
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La estacionalidad del calabacín hace tiempo que se extendió a los doce meses del año, pero es en verano cuando llegan los mejores ejemplares al mercado. Es el momento óptimo de la recolección para quienes tengan la suerte de disponer de un huerto particular, una ocasión ideal para aprovechar el otro manjar que nos regala esta hortaliza, sus delicadas y sabrosísimas flores, también de la calabaza.

Estas dos cucurbitáceas se desarrollan de una manera muy parecida en el campo, pues son cultivos rastreros que también comparten similitudes con otros de sus primos de la misma familia, como el melón o el pepino. Las flores, tan bonitas como delicadas, tienen una vida útil muy breve y por eso su comercialización es complicada, al menos a gran escala en comercios de grandes superficies.

Qué son exactamente

Más allá de la obviedad de que son flores, ¿sabemos realmente cuál es su naturaleza y qué función cumplen? Repasemos un poco las lecciones de botánica básica que aprendimos de pequeños.

La flor cumple una función reproductiva dentro de un grupo del reino Plantae. Lo que hace es producir las semillas que permiten a la planta en cuestión perpetuar la especie. Esas semillas pueden aparecer protegidas por un fruto, el cual puede ser comestible y formar parte de las frutas y verduras que consumimos.

Flor

En el caso del calabacín, la floración es monoica y la reproducción alógama. Esto se traduce en que necesita una polinización cruzada y que cada planta es capaz de producir flores masculinas y femeninas, asegurando así su reproducción.

El fruto (la hortaliza) de la flor femenina fecundada crece en la parte inferior de la misma, entre ella y la planta. El ovario se va engrosando hasta formar un calabacín o calabaza que mantiene su flor adherida en el extremo externo, hasta que, una vez cumplida su función, se separa y se cae. Esa punta que lucen los calabacines, perfectamente comestible, es el recuerdo de la flor original.

Flores masculinas y flores femeninas

Flores Calabacin1

Según lo descrito, en la misma mata podemos tener la suerte de encontrarnos con flores masculinas y flores femeninas, siendo las primeras las más atractivas desde el punto de vista gastronómico.

Las flores masculinas suelen presentar un mayor tamaño y una forma más alargada, y están unidas a la planta por un tallo largo, ya que no van a desarrollar el fruto, y tienen pistilos en su interior. Las femeninas, por el contrario, se mantienen unidas a la planta a través del calabacín que poco a poco crece en la base de su pistilo, donde el ovario alberga los óvulos.

Calabacin

A nivel comercial también son más interesantes las flores masculinas, pues una vez han fecundado no cumplen ninguna otra función. En otras palabras, no se interrumpe el crecimiento de ningún calabacín al cortarlas. Las femeninas también se pueden consumir, pero resultan mucho más delicadas, y lo más habitual es encontrarlas en los mercados aún adheridas al fruto. Si las encuentras así, no lo dudes: te llevarás un sabroso dos por uno.

Propiedades y características

Perfectamente comestibles, las flores del calabacín y de la calabaza son muy ligeras y apenas contienen calorías por sí mismas en crudo, siendo ricas en fibra, vitamina C, folatos y vitamina A, con una menor presencia de minerales esenciales y prácticamente nada de grasa. Comparten así las propiedades del propio calabacín o la calabaza, con menor proporción de agua.

Calabacin Flores

Gastronómicamente ofrecen una textura curiosamente carnosa, pero muy suave y agradable al paladar cuando se cocinan en su punto, si bien también son comestibles en crudo. Conservan parte de los sabores de sus frutos, pero muy atenuados, con matices más frescos que sin embargo se alejan de la fragancia excesiva de otras flores más decorativas, como la capuchina o la flor de ajo.

Son jugosas y delicadas, con sabores sutiles que algunos asocian a los aromas almizclados o frutos secos, ligeramente dulzonas. Es difícil describir sus virtudes organolépticas, salvo resumiendo que son todo un manjar.

Claro que gran parte del protagonismo de su sabor final dependerá de cómo se cocinen y con qué se acompañen, pues estas flores son perfectas para rellenar, gratinar, rebozar o freír, jugando así con las distintas texturas que ofrece un producto único.

Dónde comprarlas y cómo conservarlas en casa

Por su naturaleza extremadamente delicada, es difícil encontrar flores de calabacín o calabaza en grandes superficies. Abundan más en verano, en tiendas especializadas en productos más refinados o gourmet, a menudo envasadas en pequeñas cajas protectoras y siempre refrigeradas, junto a otros productos como las flores decorativas o brotes germinados.

Flores Calabacin Manojo

Si hay suerte es posible verlas en mercadillos y plazas de abastos, en fruterías pequeñas o mercados de productores. En España no hay tanta tradición de consumo de este producto, mientras que en países como Italia o ciertas zonas de Francia son mucho más frecuentes en los puestos de temporada veraniega.

Hoy en día se pueden encontrar a la venta online bajo encargo, y tampoco es mala idea preguntar directamente a nuestra frutería de confianza para que nos haga el pedido específico.

Flores Calabacin2

Lo importante es adquirirlas muy frescas, recolectadas a ser posible en las últimas 24 horas, mínimamente manipuladas y sin roturas o magulladuras. El color amarillento o anaranjado debe lucir brillante y sin manchas, y emitir un ligero aroma fresco.

Nunca hay que aplastarlas y es imprescindible mantenerlas refrigeradas, sin tapar, para su consumo en el mismo día o, como mucho, las 48 horas siguientes. Pierden sus cualidades muy rápidamente, y merece la pena consumirlas muy frescas.

Cómo sacarles partido en la cocina

Flores Calabacin Arroz

A la hora de cocinarla, hay que lavarlas sumergiéndolas en un recipiente de agua fría, con mucha suavidad, sin usar el chorro del grifo. A continuación hay que secarlas con delicadeza usando un paño suave o papel de cocina, eliminando el máximo posible de humedad sin romperlas, y se recomienda retirar el pistilo o los estambres interiores.

Se pueden consumir de muchas maneras, considerando que tienen una cocción muy rápida. Por su forma de bolsa, en Italia se suelen rellenar con una mezcla de ricotta, mozzarella u otros quesos y hierbas frescas, a veces también con jamón, pan rallado o frutos secos, o usando arroz.

Flor Frita

Son muy populares rebozadas y fritas (con o sin relleno), y también se pueden gratinar en el horno o simplemente saltear. Dependiendo de su tamaño, se pueden añadir a platos de pasta, como aderezo de pizzas o en el relleno de una frittata, tarta salada o tortilla, y las más pequeñas son perfectas para tomar crudas, bien aliñadas, en ensaladas o tostas.

Fotos | iStock - Pixabay - Tavallai - Ccharmon
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