¿Por qué un árbol da dos frutos distintos? Aunque todos sabemos que los higos y las más grandes brevas surgen del mismo árbol denominado higuera, puede haber confusión y por esto, muchas personas se pregunten en qué se diferencian y cómo distinguirlos.
En primer lugar, es importante tener en cuenta que aunque se parezcan mucho, los higos y las brevas son productos con ligeras diferencias. Mientras que las brevas se recogen a finales de junio y principios de julio, la época en la que empieza la recolección de los higos es ya avanzado el mes de agosto y todo septiembre, alargándose su temporada en ciertas zonas hasta octubre. De hecho, las brevas son los frutos de la temporada anterior, es decir, son higos en potencia que no llegaron a madurar en agosto y septiembre y se mantienen en estado “latente” hasta la temporada siguiente.
A la hora de consumir, tanto higos como brevas, hay muchísimas posibilidades: al natural o en platos dulces como puede ser un chutney de higos, pan de higos, mermeladas hasta tartas. También funcionan en platos salados y complementan las ensaladas, las masas saladas de todo tipo, incluyendo pizzas y cocas, e incluso quedan deliciosos en tortillas y frittatas para un almuerzo diferente. Lo mismo podemos decir de estas frutas entre panes, en forma de tostadas o sándwiches, aportando la dulzura justa para contrastar con ingredientes salados.
Aunque tienen un sabor ligeramente distinto y habrá quien prefiera una fruta u otra, en el fondo son intercambiables a la hora de cocinar con ellas. Las brevas, quizá, son más adecuadas para recetas saladas ya que acostumbran a ser más firmes, grandes y con menor dulzor, mientras que los higos son frutos muy dulzones, jugosos y fragantes, y son más adecuados por tanto para hacer una deliciosa mermelada de higos. Podemos aprovechar ambas en recetas como estas:
- Higos con queso azul, miel, nueces y tomillo
- Ensalada de higos rellenos de queso de cabra con anchoas y hueva de mújol
- Tarta salada de higos y feta al romero
- Pollo al horno con higos y romero
- Sándwich de higos, piñones y queso mozzarella
- Tortillas crujientes con higos, cebolla roja, queso San Simón y miel
- Frittata con higos y queso de cabra
- Hojaldre casero de higos frescos con ricotta y miel
- Higos al horno en papillote con miel, castañas y piñones
- Tarta de queso y yogur con higos
Visualmente, el higo es de un tamaño pequeño y redondo, con un color verde en el exterior y blanco o rosáceo en el interior. Al ser los frutos que han "nacido" ese mismo año, tienen una piel más gruesa y en general, más aromáticas que las brevas.
Por su parte, la breva tiene un tamaño más grande y un color más morado en la parte exterior con un tono blanco en el interior. Siendo esté, menos dulce que el higo. Al ser los frutos tardíos que brotaron el año anterior y que, con la llegada del calor primaveral, despertaron y reanudaron su crecimiento. Son, por haber tenido más tiempo para crecer, más grandes y carnosos, con la piel más fina y delicada.
Los higos y las brevas están cargadas de propiedades muy beneficiosas para el cuerpo. Destacan por el aporte energético que tienen, y es que al ser alimentos ricos en hidratos de carbono, dan mucha energía. Además, tiene un gran contenido de calcio, magnesio, fósforo y potasio. Y mismo, la presencia de vitaminas A y C, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, protege de infecciones, gripes, resfriados y demás afecciones.
Resumiendo en verano tenemos primero las brevas en el mercado y luego llegan los higos. Desde que salen los higos hasta que volvemos a tener brevas pasa todo el invierno y parte de la primavera, de ahí la expresión "de higos a brevas" porque se refiere a un largo periodo de tiempo. Desafortunadamente, no todas las higueras dan también brevas, así que quien tenga cerca uno de esos fructíferos -y hermosos- árboles, que sepa que tiene un tesoro.
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