Las galletas crinkles con lemon curd que os traemos hoy a demás de ser bonitas, resultan deliciosas, sobre todo a los que les encantan las mezclas entre dulce y ácido, pues estas llevan una pequeña porción en su superficie de crema de limón o lemon curd que las hace todavía más irresistibles si cabe.
Se conocen como crinkles, que traducido al español sería como decir galletas agrietadas o craqueladas y su seña de identidad son estas características grietas que las convierten en unas galletas inconfundibles y muy populares en otros países del norte de Europa.
Se disputan la receta entre Bélgica y Alemania, pero lo cierto es que no se sabe muy bien cual de los dos países fue el primero en prepararlas, aunque parece que la balanza se inclina más hacia los belgas que se inspiraron en el kringle, una especie de brioche glaseado con azúcar, muy típico también de los países nórdicos.
Su textura, inigualable, por fuera crujientes y por dentro blanditas, por lo que para muchos están a medio camino entre una galleta y un bizcocho. eso sí, no son galletas de antojo, es decir, de pensar en ellas y tenerlas en un ratito, pues necesitan un mínimo de dos horas de nevera para que la masa asiente, pero lo cierto es que bien vale la pena esperar ese rato porque son deliciosas.
Comenzaremos preparando la crema de lemon curd. Para eso añadimos en un bol el azúcar y la ralladura de limón y frotamos con los dedos para que coja el aroma del limón. Añadimos las yemas de huevo y la sal al azúcar de limón, y batimos ligeramente hasta que estén pálidos y ligeramente esponjosos.
En una olla a fuego medio, calentamos el zumo de limón hasta que comience a hervir. Añadimos el zumo de limón caliente a la mezcla de yema de huevo y azúcar, removiendo constantemente hasta que hayamos añadimos todo el zumo.
Devolvemos la mezcla a la olla y la cocemos a fuego lento removiendo constantemente hasta que espese de modo que cubra el dorso de una cuchara o espátula. Serán alrededor de cuatro a cinco minutos. No debemos dejar que la cuajada de limón hierva, así que no deberíamos ver que se forman burbujas.
Una vez que espese, lo retiramos del fuego y le añadimos la mantequilla hasta que se derrita por completo. Pasamos el lemon curd por un colador de malla fina para eliminar la ralladura de limón, esto hará que quede perfectamente suave y cremoso, y lo cubrimos a piel con film transparente.
Dejar enfriar completamente a temperatura ambiente. También podemos prepararlo con uno o dos días de anticipación y guardarla en el refrigerador hasta que se necesite. También podéis preparar el lemon curd al microondas, siguiendo esta receta que ya os habíamos propuesto hace algún tiempo.
Para hacer la masa de las galletas. Añadimos en un bol el azúcar y la ralladura de limón y frotamos con las yemas de los dedos para que el azúcar se impregne del olor a limón. Añadimos la mantequilla derretida y templada, los huevos, el zumo de limón y la vainilla, y mezclamos bien hasta que se combinen.
Añadimos la harina y el Baking Powder Royal y los agregamos a los ingredientes húmedos. Mezclamos con una cuchara de madera o una espátula de goma hasta obtener una masa suave. En esta etapa, la masa de las galletas estará muy pegajosa. Así es como debería ser. No le debemos de añadir más harina.
Enfriamos la masa para galletas en la nevera durante al menos dos horas antes de continuar con el siguiente paso. También podemos guardarlo en el refrigerador durante la noche si deseamos hornear las galletas al día siguiente.
Precalentamos el horno a 180 grados centígrados y preparamos dos bandejas forrándolas con papel de hornear. Hacemos bolas del mismo tamaño con la masa y las rebozamos primero en azúcar normal y después en azúcar glas. Repetimos con el resto de la masa, debemos obtener aproximadamente 16 galletas.
Colocamos las bolas de masa cubiertas de azúcar en las bandejas para hornear forradas, con suficiente espacio entre ellas, aproximadamente ocho por bandeja ya que las galletas se extenderán durante la cocción.
Con la yema del dedo hacemos una muesca en el centro de cada bola, que rellenaremos con un poco de crema de lemon curd. Horneamos durante 10 minutos aproximadamente o hasta que las galletas se hayan extendido y agrietado alrededor de los bordes y el lemos curd esté cremoso.
Dejamos enfriar durante unos 10 minutos antes de pasarlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
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Con qué acompañar las galletas crinkles de lemon curd
Las galletas crinkles de lemon curd son perfectas para acompañar una taza de té a la hora de la merienda. El contraste del dulce con el ácido del limón, hace que sean unos bocaditos que suelen gustar hasta al mas reacio a los postres, pues no resultan nada empalagosas.
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