Los tomates de esta época del año son insuperables en sabor y calidad, tanto si tienes huerto como si los compras en tu frutería o supermercado. Además de prepararlos en conservas y hacer fritadas de tomate y salsas caseras, otra buena forma de conservar este ingrediente es preparar una mermelada de tomate casera, una receta que hacemos al final del verano y disfrutamos todo el año.
Como los tomates de temporada estival tienen más sabor y son menos ácidos, podemos hacer la mermelada de tomate utilizando menos azúcar, y conseguimos así un resultado igualmente delicioso y encima, mucho más saludable, como la mermelada de melocotón.
Recuerda cuando hagas mermeladas caseras que es muy importante el proceso de esterilización de los frascos y la cocción al baño María para que tus conservas queden bien protegidas y cerradas herméticamente, de forma que te duren en buen estado durante muchos meses.
Picamos los tomates en gajos y retiramos la parte dura junto al pedúnculo. Para esta receta os recomiendo no pelar los tomates porque la piel ayuda a dar textura y más sabor a la mermelada. Lo que sí hacemos es retirar las pepitas y su gelatina con ayuda de una cucharilla como se ve en la foto.
Añadimos el azúcar y ponemos a cocer el tomate, agregando el zumo de medio limón. Pronto empezarán a formarse espumas y los tomates soltarán su agua natural. Dejamos que cuezan a fuego lento durante 15 minutos.
Trituramos con la batidora y seguimos cociendo la mermelada durante otros 20 minutos más hasta que tenga la textura deseada, teniendo en cuenta que al enfriarse espesará. Guardamos nuestra mermelada en frascos de vidrio esterilizados y los cocemos en la olla exprés para hacer el vacío y que podamos conservar nuestra mermelada para todo el año.
En qué recetas puedes usar la mermelada de tomate
La mermelada de tomate es excelente para acompañar quesos, para servir con canapés de foie a la plancha, puede ser la cobertura de tartas como el cheesechake o incluso para tus tostadas del desayuno como cuando hicimos mermelada de tomate amarillo. Seguro que cuando la pruebes se te ocurrirán muchos más usos para este delicioso dulce casero.
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