Sin ganas de entrar en el eterno debate de Nutella contra Nocilla, o de si son bombas calóricas cargadas de azúcar y grasas más que cuestionables -¿alguien esperaba otra cosa, además de aquella madre estadounidense?-, a veces llega a mi casa un tarro de la crema italiana y prefiero darle salida mediante recetas para compartir. Estas nutellotti o galletas facílisimas de Nutella son perfectas para un antojo rápido. Y quedarán deliciosas también con nuestra crema casera.
La receta es estupenda porque solo requiere tres ingredientes, no hay que reposar la masa, es muy sencilla de trabajar y se obtiene una cantidad razonable de pastas para que no darse ningún atracón. En cuanto me la encontré en una de mis rutas sin rumbo por las redes sabía que tenía que probarla rápidamente, y no tardé en hacerlo. Creo que además es una receta perfecta para que ayuden los niños en casa. Tan solo hay que procurar no pasarse de horno ni hacerlas muy pequeñas para que no salgan muy duras del horno.
Procurar que la Nutella y el huevo estén a temperatura ambiente. Precalentar el horno a 160ºC y preparar una bandeja con papel sulfurizado o engrasándola.
Disponer la Nutella y el huevo en un recipiente mediano y batir un poco con unas varillas o con batidora hasta tener una mezcla homogénea. Añadir la harina tamizada y mezclar con suavidad hasta conseguir una masa lisa, suave.
Tomar porciones del tamaño de una nuez y formar bolitas con las manos. Distribuirlas en la bandeja y formar un hueco en el centro con la punta de una cuchara de madera o con un dedo ligeramente humedecido.
Hornear unos 15 minutos. Esperar un poco fuera del horno y trasladar a una rejilla para que se enfríen por completo. Decorar llenando los agujeritos con más Nutella, ganaché o con mermelada.
Con qué acompañar las nutellotti
Los nutelloti o galletas de Nutella son un bocado goloso pero no excesivamente dulce, así que se pueden tomar como capricho a cualquier hora del día. Perfectas para la merienda o para acompañar el café, también están muy ricas con un simple vaso de leche fría o equivalente vegetal. La leche de avellanas hace especialmente buena pareja.
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