Preparar una mousse de fresa baja en calorías es posible gracias a estos tres ingredientes

Esponjosa, suave y deliciosa, la mousse de fresas es un postre fresco y ligero que puede prepararse con pocos ingredientes

Mousse
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Ahora que todavía tenemos fresas -o fresones- en el mercado, antes de la explosión de la fruta de hueso que ya empieza a hacer su aparición, es un buen momento para darnos un capricho dulce pero ligerísimo sin azúcar añadido, prácticamente sin grasas y con muy pocos ingredientes. Tan pocos que solo necesitamos tres.

Una mousse es una preparación dulce o salada que se caracteriza por su cremosidad y textura aireada. A mí me espanta un poco calificar así a los postres que carecen de las típicas burbujitas esponjosas y son más bien una crema, aunque admito en la categoría las recetas a base de nata montada, puesto que hay aire involucrado. En esta ocasión prescindimos de la grasa láctea para lograr una mousse muy ligera, tanto en consistencia como en calorías, si buscamos un postre fresco que no sea pesado.

Además ofrezco varias opciones, incluyendo una vegana. La primera receta es una  mousse de fresas y queso fresco, a base de fresones, queso fresco batido desnatado y agar-agar o gelatina, con aroma de vainilla opcional. La segunda versión es una variante sustituyendo los arándanos de la mousse vegana, súper esponjosa, con aquafaba, el líquido de cocer legumbres, que adquiere mejor consistencia si añadimos leche -nata- de coco, pero que se puede hacer solo con dos ingredientes, como la mousse de chocolate vegana, usando unos 200 g de fresas en este caso.

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Y si quieres complicarte aún menos solo tienes que lavar, retirar el rabito y trocear las fresas hasta tener unos 400 g, triturarlas bien y, si no fueran muy dulces, mezclarlas con un poco de edulcorante líquido, eritritol o una cucharadita de miel. Aparte monta a punto de nieve dos claras de huevo grandes, mejor si son pasteurizadas, con una pizca de sal. Mezcla ambas preparaciones en varias tandas con movimientos envolventes, reparte en cuencos y refrigera unas dos horas.

Para asegurarte de que las claras no se bajen las puedes montar añadiendo el estabilizante de cremor tártaro.

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