El concepto de rosquillas tradicionales responde a multitud de recetas típicas repartidas por toda España, y más allá. Además de las dulces fritas, tan semejantes a los buñuelos de Cuaresma, encontramos variantes horneadas como las rosquillas de San Isidro, y otras bajo el nombre de roscos, rollos o rollitos, también al horno y con una textura que nos recuerda más a las galletas de pueblo. Así son estos exquisitos roscos de naranja, típicos de la localidad andaluza de Baza.
Tenemos debilidad por este tipo de bocados dulces que nos hacen viajar por diferentes localidades, regiones, pueblos e incluso países, pues en Italia, por ejemplo, hemos probado también diversas de ciambelle y taralli. En el sur y sureste peninsular estas pastas dejan ver la herencia de la dulcería islámica y sefardí con dulces en los que la materia grasa es el aceite y se aromatizan con especias o, como en este caso, la fabulosa naranja.
Recordándonos a los rollos murcianos con algo de nostalgia, no nos hemos podido resistir a probar en casa la receta de roscos de naranja de Baza que hemos visto compartida en Asopaipas, siempre fuente de inspiración para recetas tradicionales, y Las Tentaciones de los Santos. Son bien sencillos de preparar y aguantan en perfecto estado durante muchos días, si es que no se devoran antes.
Freír el aceite con la piel lavada de la naranja procurando que no tenga mucha parte blanca, durante unos 10 minutos, dejando que salgan burbujitas alrededor de la piel pero sin que hierva en exceso. Dejar enfriar y mientras precalentar el horno a 180º C con calor arriba y abajo, y preparar unas bandejas con papel antiadherente.
Batir los huevos con el azúcar con una varillas a mano o con batidora eléctrica hasta que el azúcar se disuelva. Añadir el aceite sin la piel y el zumo y batir un poco más. Añadir la harina tamizada con el bicarbonato y la sal, en varias tandas, mezclando con una cuchara de madera grande o espátula.
Amasar ligeramente hasta tener una mezcla homogénea y lisa. Para que salgan roscos más idénticos, pesar toda la masa y dividir por el número aproximado de unidades deseadas, unas 30-40, según tamaño. Coger pequeñas porciones pesándolas para obtener el peso obtenido orientativo y formar los rollos con las manos ligeramente engrasadas.
Se pueden hacer bolitas para formar el agujero central con el dedo, como cuando hacemos el roscón de Reyes, o estirar cilindros y unir los extremos. Distribuir en las bandejas ligeramente separados, pintar con la yema de huevo batida y espolvorear con azúcar.
Hornear una bandeja cada vez entre 30-40 minutos, vigilando que no se quemen, deben quedar dorados pero no excesivamente tostados. El tiempo depende del tamaño y el tipo de horno.
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Con qué acompañar los roscos de naranja de Baza
Nada mejor para acompañar estos crujientes pero suaves roscos que lo que acostumbremos a tomar en la sobremesa o la merienda, como un café con leche, una infusión caliente o algo fresco, como la horchata de chufa o su variante de horchata de almendras. También son estupendas para tomar con un poco de vino dulce. Una vez fríos, podemos guardarlos en un recipiente hermético durante muchos días.
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