Un error frecuente que solemos cometer en los menús copiosos, como los de las fiestas navideñas, es el de excedernos con aperitivos en los que además abundan los hidratos y las grasas. Un bocado fresco y ligero como la ensalada de aguacate, en este caso en vasito, es ideal para ir abriendo boca antes de los pesos pesados del menú, y además su elaboración es sencillísima.
Las cantidades de ingredientes son aproximadas, como en el típico tartar de salmón y aguacate, y se pueden variar al gusto sobre la marcha. El pomelo, con su refrescante amargor, se equilibra gracias a la untuosidad suave del aguacate y el dulzor de la granada, aunque podríamos sustituir una de las piezas por naranja, si preferimos un sabor más dulce. Es conveniente que el aguacate no esté demasiado maduro para que conserve cierta firmeza. Si queremos adelantar trabajo, podemos dejar desgranada la granada y pelados los pomelos para hacer el montaje antes de servir.
El primer paso es pelar a lo vivo los pomelos, cuya técnica requiere un pelín de paciencia, un buen cuchillo y seguir los pasos que ya indicamos con las naranjas. Picar los gajos pelados en dados pequeños y reservar en un cuenco con sus jugos. Si nos resulta excesivamente amargo este cítrico, podemos dejarlo macerar con una cucharada de azúcar moreno.
A continuación, extraer los granos de la granada; merece la pena aprovechar para sacar de más desgranando dos o tres piezas, y tener así sobras en la nevera. Hay que procurar no romperlos los granos y dejarlos bien limpios de pieles o membranas.
Finalmente, abrir y trocear el aguacate en piezas ligeramente más grandes que el pomelo, o más o menos iguales. Combinar ambas frutas en otro recipiente, escurriendo el pomelo de sus jugos, pero reservándolos. Añadir la granada y mezclar con suavidad, echando más granos al gusto.
Emulsionar el aceite de oliva con el zumo de lima, un poco de los jugos del pomelo, sal y pimienta. Añadir a la ensalada, mezclar suavemente y repartir en vasitos o cuencos. Coronar con una cucharadita de huevas o sucedáneo de caviar y mantener refrigerado hasta servir.
Con qué acompañar la ensalada tartar
Unos vasitos de aperitivo o chupito son perfectos para servir este tipo de picoteos, aunque nos puede servir cualquier otro recipiente de cóctel, incluso desechables, que sean aparentes. Para acompañarlos, podemos añadir en la mesa alguna selección de crackers crujientes, que hagan contraste, o galletitas saladas caseras. El tamaño de las raciones lo podemos ajustar según sea el menú, aunque es un plato muy fresco y ligero que entrará de maravilla en cualquier ocasión.
En Directo al Paladar | Las 215 mejores recetas de Navidad y 16 menús especiales para acertar seguro
En Directo al Paladar | Vasitos de yogur skyr con tartar de aguacate, granada y manzana. Receta de aperitivo fácil y sana
