Injusta es la vida. Tanto como es injusta la mala fama que las acelgas llevan purgando durante siglos. Emblema de la cocina sana, esta verdura de hoja verde lleva desde tiempos inmemoriales el sambenito de producto triste y simplón.
Hoy, como abogados de las causas perdidas, nos metemos a pleitear en favor de las acelgas, acusando a todos aquellos fiscales culinarios que la han maltratado en la cocina. Evidentemente, la acelga puede ser cómplice si la acabamos reventando en cazuelas de agua hirviendo y dejando que allí pierdan sus propiedades y su gracia.
Por eso, para conseguir amnistiar a tan noble verdura, hoy os proponemos un plato barato, fácil, sabroso y de orígenes extremeños con el que os vais a chupar los dedos, poner en marcha al horno y no perder casi tiempo en cocina.
La receta en cuestión son las acelgas a la extremeña y nos permite disfrutar de una forma distinta de las tradicionales acelgas con patatas, sumando también a la fiesta al seguramente elemento imprescindible de la cocina extremeña, que no es otro que el pimentón de La Vera.
Ni ciencia ni dificultad, esta receta de acelgas a la extremeña parte de una cocción de las propias acelgas, ya lavadas y picadas, dejando cuezan unos 15 minutos. Pasado ese tiempo, las retiramos y escurrimos para que no pierdan alegría.
Mientras esto sucede, podemos ir cortando patatas en rodajas -al estilo de la tortilla de patatas– e ir pochándola junto a una cebolla en una sartén amplia.
Luego vamos a reservar las patatas cuando estén cocinadas y en esa sartén dorar unos dientes de ajo, donde luego incorporaremos de nuevo las patatas, las acelgas e integraremos el pimentón. Dulce o picante, eso ya al gusto del consumidor.
Tras dejar que los sabores se mezclen unos minutos, pasamos el contenido a una fuente apta para horno y gratinamos 10 minutos, lo justo para que cojan las patatas un tono dorado, y servimos directamente.
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