No nos cansaremos de recomendar las verduras asadas al horno como una forma sencilla de solucionar cualquier cena o comida sin apenas esfuerzo, y en todo tipo de combinaciones exitosas.
Yasmin Fahr recomienda en The New York Times mezclar brocoli, queso feta y tomate cherry, una combinación que estábamos seguros iba a ser todo un éxito. No nos equivocábamos.
Esta receta lo tiene todo: toques picantes, ácidos y, en nuestro caso, también amargos, pues hemos decidido añadir unas olivas negras de Aragón (una debilidad personal) que no estaban en la receta original.
Precalentamos el horno a 200º C. Mientras se calienta, disponemos todos los ingredientes en una fuente grande: el brócoli cortado en ramilletes de un bocado, el tomate cherry en mitades, el queso feta en trozos grandes (nosotros hemos usado dos paquetes de 150 g partidos en cuatro), la cebolla cortada en juliana, las aceitunas deshuesadas, y medio limón cortado en rodajas.
Espolvoreamos sobre la verdura el comino y el chile en copos al gusto (si no tenemos, podemos también moler un par de guindillas de cayena). Añadimos sal y pimienta negra reción molida y un buen chorretón de aceite de oliva.
Cuando el horno esté caliente introducimos la bandeja a media altura, y dejamos que se cocinen las verduras entre 20 y 30 minutos, hasta que la piel de los tomates de resquebraje y el brócoli esté bien dorado. Servimos con el medio limón sobrante para quien quiera echar más y, si nos gusta, un poco de cilantro fresco picado.
Con qué acompañar el brócoli al horno con queso y tomate
Este es un plato vegano, pero saciante, que podemos tomar sin más acompañamiento en la comida o la cena. Si queremos que sea más completo, le viene bien cualquier tipo de cereal, ya sea un arroz blanco, una pasta o un cuscus. Con estas cantidades es un buen plato único para dos personas, pero también se puede servir como guarnición en una comida más copiosa, para entre cuatro y seis comensales.
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