Cuando más conozco de la gastronomía griega, más tengo claro que disfrutaré muchísimo el día que por fin pueda visitar el país. Siendo una cocina de base puramente mediterránea no es de extrañar que comparta muchas características con la nuestra, pero nunca había visto preparar unos garbanzos cocidos al horno, una receta tradicional griega que me ha encantado descubrir.
Con el nombre de revithada encontramos una forma típica de cocinar los garbanzos de la que cada familia parece tener su receta particular. La idea es usar el horno después de dejar a remojo la legumbre seca, añadiendo algunas hortalizas opcionales y hierbas aromáticas, además de caldo suficiente para conseguir finalmente un plato de cuchara sin tener que sacar la olla. Tremendamente simple y absolutamente delicioso.
Lavar los garbanzos la víspera y dejar a remojo con abundante agua fría, el bicarbonato sódico y una cucharadita de sal. Lo ideal es tenerlos como mínimo 8 horas, pero yo recomiendo al menos 12-16, o incluso 24 horas completas. Cuando más tiempo los tengamos hidratándose, menos tiempo tardarán en cocinarse. Desechar el agua.
Precalentar el horno a 175º C. Preparar una cazuela de hierro, o fuente adecuada con tapa. Picar las cebollas y pelar los dientes de ajo. Echar los garbanzos en la fuente y espolvorear con el pimentón, un poco de pimienta negra, tomillo y añadir el laurel. Regar con el aceite de oliva y mezclar suavemente. Cubrir con el caldo o agua, que al menos estén cubiertos por un dedo de líquido.
Añadir las cebollas picadas, zumo de limón y los dientes de ajo. Tapar y hornear hasta que los garbanzos estén tiernos y la cebolla totalmente asada. Dependiendo del tipo de legumbre, el agua y el remojo, pueden tardar unos 90 minutos o hasta 3-4 horas. Vigilar de vez en cuando por si hiciera falta añadir más agua. Servir con eneldo fresco o perejil, si se desea.
Con qué acompañar los garbanzos al estilo griego
Recomiendo chafar bien los dientes de ajo y mezclar suavemente para que se integren con los sabores del caldo reducido y las cebollas caramelizadas. Estos garbanzos cocidos al horno se pueden servir como primer plato o a modo de plato único y principal, con buen pan, una guarnición de arroz u otro cereal, o patatas asadas. En Grecia es típico llevar a la mesa unas buenas aceitunas kalamata, y yo añadiría también una ensalada de temporada.