Hasta hace unos años en España no solíamos salir de un par de pastas: macarrones y espaguetis, aunque con los años aprendimos que unos eran penne y maccheroni y los otro eran spaguetti, y que no venían solos. Tagliatelle, fusilli, bucatini, pappardelle o lo que hoy nos ocupa, los farfalle, demostraron que había un carrusel de pasta seca esperando en nuestros supemercados.
No abrimos la veda a ravioli, tortelloni, capelelleti, agnonoli o raviolonis, representantes de la pasta rellena italiana, pero también están ahí, aunque hoy nos centraremos en los farfalle, una pasta seca con forma de lazo de pajarita o de mariposa (de hecho, es el significado de la palabra en italiano) y que son perfectos para la ensalada de pasta, mezclándolos con atún o champiñones, pero también para otras recetas italianas más tradicionales como los farfalle primavera, los napolitana o la pasta amatriciana.
Hoy, rompiendo el purismo, vamos a hacer una receta que tiene aires de sur pues lleva aceitunas, anchoas y tomate seco, así que estaría en ese perfil de las recetas marinara, y además le vamos a meter un punto picante, así que se parecería también a la pasta arrabiata.
Además, entre las ventajas de los farfalle hay que reconocer que tienen lo bueno de la pasta corta —cogen muy bien la salsa—, pero sin tener los inconvenientes de quedarse muy pegada, que sí le suele pasar a los macarrones. En cuanto a marcas que nos gustan para los farfalle, os recomendamos buscar Voiello, Garofalo o Cecco.
Cocemos la pasta en abundante agua con unos pellizcos de sal, según los tiempos que indique el fabricante y cuando esté cocida, la escurrimos y reservamos.
En una sartén grande ponemos a fuego medio el aceite de oliva y la guindilla y doramos ligeramente los ajos cortados en láminas. Cuando estén medio dorados, añadimos los piñones y los tostamos ligeramente.
Agregamos el tomate cortado en tiras, las aceitunas cortadas en cuartos, las anchoas cortadas en trocitos y salteamos el conjunto. Incorporamos la pasta escurrida y salteamos todo junto.
Agregamos orégano picado y algo de queso rallado sobre la sartén y mezclamos bien, añadiendo sal y pimienta al gusto si queremos.
Servimos caliente y añadimos más parmesano al gusto si quisiéramos o un chorrito de aceite de oliva.
Voiello Farfalle N192 Pasta 500 G 500 g
Con qué acompañar los farfalle con aceitunas y tomate
Esta receta, aún potente, puede pedir margen para un postre fácil y rápido muy italiano como puede ser una pannacota o un tiramisú, e incluso que aprovechemos la coyuntura del aperitivo para disfrutar de burrata o mozzarella o también de una caponata siciliana.
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