Los calamares rellenos en salsa son una de esas recetas que raramente preparo y, cuando la hago, me cuestiono el por qué no la hago más a menudo. Son deliciosos y muy agradecidos y cunden un montón. Merecedores de ese pequeño esfuerzo extra que supone rellenarlos. Si usamos calamares grandes no cuesta nada pues se dejan manipular con facilidad.
Mi relleno siempre lleva virutas de jamón y huevos cocidos. A ello le sumo un sofrito de verduras que hago con lo que tenga en la nevera en el momento de prepararlos. En esta ocasión he usado cebolla, zanahoria y brócoli, pero bien podría haber sido tomate, calabacín, coliflor o cualquier otra verdura a la que necesitara dar salida.
Es comodísimo comprar cuerpos de calamar listos para rellenar, evitando tener que limpiarlos. Aunque si contáis con un pescadero de confianza que hace ese trabajo por vosotros, adelante con ello. Así podréis usar las aletas y los tentáculos, todo bien picadito, para el relleno. Os cuento cómo los hago yo. Tomad nota.
Pelamos y picamos finamente la cebolla. La pochamos en una sartén con un fondo de aceite, a fuego bajo, durante unos 20 minutos o hasta que esté tierna y ligeramente caramelizada. Agregamos la zanahoria y el brócoli, ambos bien lavados y picados. Pochamos durante cinco minutos más.
Retiramos tres cuartas partes del sofrito a un bol y lo mezclamos con las virutas de jamón y los huevos cocidos, previamente rallados o picados. Ajustamos el punto de sal y pimienta y reservamos. Este será el relleno de los calamares.
Para la salsa, añadimos la harina a la sartén y la rehogamos a fuego medio durante un par de minutos, removiendo para que se integre bien con lo que hemos dejado de sofrito. Incorporamos el caldo, mezclamos para deshacer posibles grumos, salpimentamos al gusto y cocemos el conjunto diez minutos.
Mientras tanto preparamos los calamares. Hemos comprado solo los cuerpos limpios, así que no hay necesidad de hacer nada con ellos excepto rellenarlos con la farsa anterior. Dejamos algo de holgura, porque los calamares encogen con la cocción y, si los llenamos al máximo se podrían romper y se saldría el relleno.
Para evitar esto, también los cerramos con un palillo. Después los colocamos en la sartén, sobre la salsa, tapamos y cocemos a fuego suave durante, al menos, 50 minutos. El tiempo exacto dependerá del tipo de calamar. Estos son grandes, de carne gruesa y han tardado una hora en estar tiernos.
Por último, cuando los calamares estén listos, los retiramos de la sartén y, si lo deseamos, trituramos la salsa. Retiramos los palillos de los calamares y los cortamos en rodajas. Servimos inmediatamente con la salsa y la guarnición que más apetezca.
Con qué acompañar los calamares rellenos en salsa
Yo no concibo unos calamares sin una guarnición de arroz blanco, especialmente si van acompañados de salsa. La mezcla es excepcional y con ello se consigue un plato único perfecto. Solo necesitamos una pieza de fruta para cerrar el menú y estomago satisfecho.
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