Me regalaron una cesta de tamarillos y, la verdad, tengo que confesaros que nunca había podido verlos de cerca, pues aunque es una fruta que ya suele haber habitualmente en los supermercados durante todo el año. Cuando llegué a casa con toda esa fruta me puse a buscar en un libro de cocina peruana de qué manera podía prepararlos, cuando vi que existía la salsa de tamarillos, no lo dudé, esa era mi receta.
El tamarillo, también llamado “tomate de árbol” es originario de los Andes peruanos y se cultiva en países tropicales de Latinoamérica. De la familia de las patatas y los tomates, tiene un sabor agridulce y ligeramente amargo. Su punto óptimo de maduración es cuando la piel cede a la presión y es roja completamente. Son muy sensibles a los golpes, por ello se recolectan uno a uno y se envasan en alveolos. Su temperatura de conservación óptima es de 4ºC, siendo la de maduración los veinte grados. Todas estas características encarecen su precio, resultando ser bastante elevado en nuestros mercados.
De todas maneras si tenéis oportunidad no dejéis de probar esta salsa, con un kilo de tamarillos nos salen unos cuantos botes de conserva, lo justo para tener salsa durante todo el año, para el día que queramos acompañar una carne o un pescado con algo distinto. Eso sí, si la envasáis, acordaros de esterilizar los botes limpios y bien cerrados en agua hirviendo durante media hora.
Comenzar pelando los tamarillos, puede hacerse escaldándolos unos minutos en agua hirviendo o bien pelándolos con un cuchillo. Picarlos en cuartos, con precaución pues al cortarlos tiñen de rojo y es dificilísimo de limpiar. Ponerlos en una olla con fondo grueso, picar la cebolla menuda, añadir a la olla. Salpimentar y echar el resto de la especias excepto el aceite de oliva.
Cocer durante media hora a fuego bajo con la tapa de la olla puesta, remover de cuando en cuando para que no se nos pegue. Cuando los tamarillos se hayan deshecho, echar el aceite y pasar la batidora o dejarlo tal cual con tropezones, según vuestro gusto.
Con qué acompañar la salsa de tamarillos
Esta salsa de tamarillos dulce y especiada, es ideal como acompañamiento de carne de pollo o pescado blanco. También en los países donde se produce se consume con picante, como guarnición para platos fríos o acompañando al queso sobre una tostada de pan.
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