Cómo conservar correctamente el calabacín en casa para que aguante en perfecto estado durante semanas o meses

Los calabacines se pueden conservar frescos, enteros, cocinados o aplicando técnicas más largas como la congelación y las conservas

Calabacines
Facebook Twitter Flipboard E-mail
liliana-fuchs

Liliana Fuchs

Editor

La piel fina y la gran cantidad de agua que tiene el calabacín hacen que no sean la verdura mejor diseñada para soportar almacenamientos prolongados a temperatura ambiente, por lo que conviene consumirlos cuanto antes. Pero si quieres alargar su vida útil durante muchos días o meses, no dejes su conservación al tuntún para que no se te estropeen antes de tiempo.

Empieza eligiendo calabacines en el mercado lo más frescos y lozanos que encuentres. Deben mostrar una piel lisa, tersa y firme, a ser posible sin daños, arañazos ni golpes, siempre sin arrugas y sin partes blandas. Vigila siempre que no haya ni un atisbo de moho o sequedad en los extremos, pues son signos de que llevan ya un tiempo cosechados y su almacenamiento no ha sido el mejor. Cuanto más fresco esté, más tiempo se conservará en mejor estado.

Si tienes suerte de contar con tu propio huerto, mucho mejor; en cuanto recolectes tus calabacines llévalos a casa y organiza el botín en función de lo que tengas planeado cocinar en los próximos días. En el caso de que cuentes con una cosecha abundante, sin saber muy bien qué hacer con ella, prepara las verduras para conservarlas mientras decides su destino.

Un vistazo a…
7 MITOS QUE TIENES QUE SABER DE LOS VEGETARIANOS Se me cae un mito

Calabacines frescos enteros

Siempre hay que guardarlos en la nevera, y más aún en verano. No los laves, salvo que tengan restos de tierra o polvo; usa mejor papel de cocina o un paño seco o ligeramente húmedo para retirar la suciedad más visible y sécalos bien.

Calabacines Huerto

El calabacín entero fresco aguantará en perfecto estado entre dos y tres semanas; aunque a partir de los siete días lo más probable es que empiece a degradarse, perdiendo firmeza y poniéndose más blandurrio, con el peligro de que le aparezcan humedades y desarrolle moho o putrefacción. Conviene mover las piezas y vigilarlas cada pocos días.

Colócalos en el cajón especial para verduras de tu nevera, mejor si tiene un fondo de almohadilla o alfombrilla especial que ayuda a proteger los vegetales y a evitar que se condense la humedad. No los amontones ni coloques otros productos encima, evitando guardarlos junto a frutas y verduras climatéricas, como manzanas, aguacates, mangos o tomates.

Si tienes una casa fresca con una despensa tipo fresquera, con una temperatura suave y estable, alejada de la luz de sol, puedes dejar los calabacines en un cesto para hortalizas a temperatura ambiente, pero no más de dos días. Y vigila que no reciba la visita de insectos.

Calabacín cortado

Puedes adelantar tarea en la cocina preparando el calabacín con antelación. Una vez lavado y seco, córtalo a tu gusto en discos, medias lunas, bastones, tiras tipo juliana o láminas; puedes también picarlo en dados o cubitos pequeños, rallarlo o sacar la pulpa como si fueran espaguetis o espirales de calabacín con un espiralizador. Ten en cuenta que cuanto más procesado esté, más agua soltará y menos tiempo se podrá conservar. Los discos aguantan mucho más tiempo.

Calabacin Corte

Seca la verdura cortada con papel absorbente y cubre con otra hoja de papel limpia un recipiente adecuado para su conservación en la nevera, tipo táper con cierre hermético. Los hay especiales para conservar vegetales, con transpiración, y también con un dispositivo para extraer el oxígeno y hacer efecto vacío.

Una vez dentro del envase y bien cerrado, guárdalo en la nevera durante un máximo de tres o cuatro días. Al calabacín rallado y muy picado conviene darle salida antes, pues acumulará más humedad. Ante la mínima sospecha de moho, hay que tirarlo.

Calabacín cocinado

Como cualquier plato de verduras cocinadas, el calabacín que ha pasado por la cocción puede almacenarse en la nevera entre tres y cinco días, según el plato. Lo importante es refrigerarlas cuanto antes, en un recipiente de cierre hermético, y no abrirlo y cerrarlo varias veces; mejor dividir en raciones más pequeñas si no se van a consumir de golpe.

Siempre puedes congelar las sobras, especialmente platos como la crema de calabacín, un curry, pisto, salsas o un guiso sin patata.

Otras formas de conservar el calabacín

Chips

Cuanto tu cosecha de calabacín sea muy abundante, considera técnicas de conservación más largas que te harán la vida más feliz en los próximos meses.

Para congelarlo sin cocinarlo, hay que escaldarlo primero. La técnica de congelar verduras y frutas es casi siempre la misma: lavar, cortar en rodajas o discos, escaldar en agua hirviendo tres minutos, enfriar rápidamente en agua con hielo, secar, embolsar y congelar, mejor con bolsas al vacío. Anota siempre el contenido y la fecha.

Se congelarán aún mejor si dispones los discos escaldados en una bandeja cubierta con papel antiadherente, en una capa, y los congelas dos horas. Después ya podrás meterlos en una bolsa de congelación para conservarlos varios meses.

Otra opción es deshidratar el calabacín usando una deshidratadora o aparato similar, y también puedes preparar encurtidos o aprovechar para hacer calabacín en conserva.

Imágenes | freepik/8photo - Unsplash/Igor Osinchuk - Colorado State University

En DAP | Cómo elaborar conservas en casa

En DAP | Olvídate de trucos falsos: esto es lo único que funciona para conservar los plátanos en buen estado

Inicio