El calabacín a la barbacoa es un acompañamiento especial en temporada de verano, pero conseguir la textura ideal, ni demasiado duro ni excesivamente blando, puede ser un desafío. El éxito está en dominar algunos trucos esenciales que realzan su sabor natural y garantizan una cocción perfecta. Estas recomendaciones te guiarán para lograr un calabacín firme, sabroso y con ese toque ahumado irresistible.
La preparación del calabacín para la barbacoa requiere ciertos atención a detalles que marcan la diferencia en el resultado final.
- La clave para una cocción homogénea está en el corte. Sea en rodajas o láminas de aproximadamente 0.5 a 1 centímetro de grosor. Un corte consistente asegura que cada pieza se cocine de manera uniforme, previniendo que algunas queden duras mientras otras se ablandan en exceso. Es crucial evitar los cortes demasiado finos, que tienden a quemarse rápidamente sin desarrollar un color atractivo, mientras que los muy gruesos dificultan una cocción completa sin reblandecer el exterior.
- Es fundamental permitir que la barbacoa cumpla su función de evaporar el exceso de humedad de la verdura. Para ello, las rodajas deben estar ligeramente secas en la superficie antes de colocarlas en el calor. Es posible secar cualquier exceso de humedad con papel de cocina. Al esparcirlas uniformemente sobre la superficie caliente, el calor directo se encargará de evaporar el agua, concentrando los sabores y ayudando a lograr una caramelización especíal sin que el calabacín quede blando.
- La superficie de la barbacoa debe estar a una temperatura media-alta. Un calor excesivo quemará el exterior antes de que el interior se cocine, mientras que un calor insuficiente resultará en un calabacín blando y poco dorado. La cocción del calabacín no debe superar los 3 a 5 minutos por cada lado, o hasta que observes marcas de parrilla distintivas y la verdura adquiera un color ligeramente translúcido. Importante también no sobrecargar la parrilla para mantener una temperatura constante y permitir que el aire circule adecuadamente.
- Antes de colocar el calabacín en la barbacoa, un ligero marinado con aceite de oliva, sal, pimienta y hierbas frescas, como orégano, tomillo o romero es necesario para agregar brillo y sabor. El aceite actúa como un conductor de calor y protector, ayudando que el calabacín no se pegue a la superficie. Además, el marinado infunde sabor, realzando las cualidades naturales de la verdura. Cada pieza debe estar ligeramente cubierta, pero no empapada, el equilibrio es clave.
Para complementar la experiencia y realzar aún más el sabor del calabacín perfectamente asado, los patés y untables veganos realmente lo potencian. Una salsa alioli con su toque de ajo, aportará una cremosidad refrescante y un contraste delicioso. Alternativamente, un hummus clásico o una versión con pimientos asados como Muhammara, aportará una nota terrosa que complementa el dulzor y el ahumado del calabacín.
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