Receta de montaditos de melocotón con ensalada de marisco

Receta de montaditos de melocotón con ensalada de marisco
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Últimamente no he estado demasiado inspirado en la cocina, la parte de mi que es diseñador gráfico a veces necesita que me concentre mucho y cuando llego a los fogones muerto de hambre, mi mente no piensa más que en comer.

Poco a poco voy tratando de encauzar mi doble personalidad, y para ello he pensado en recurrir a mis recetas de siempre, a esas que nunca me fallan y que me sé de memoria. Una de esas es esta receta de montaditos de melocotón con ensalada de marisco. Un bocado con una presentación y una degustación poco ortodoxa, pero delicioso como él solo.

Ingredientes para 4 montaditos

4 mitades de melocotón en almíbar, 4 langostinos, 4 palitos de cangrejo, 4 tomates cherry, mix de lechugas, mayonesa y ketchup.

montaditos de melocotón - ingredientes

Cómo hacer montaditos de melocotón

La dificultad de estos montaditos de melocotón es nula, solo hay que tener un poco de maña para rellenarlos con la ensalada y conocer el truco mágico para que no se inclinen ni se balanceen en el plato.

Lo primero que hemos de hacer es preparar la ensalada de marisco. Para ello picamos muy fino la lechuga y los palitos de cangrejo y los mezclamos con la salsa rosa que hemos preparado con la mayonesa y el ketchup.

Después, calentamos la plancha y hacemos en ella los langostinos, que luego pelaremos cuidadosamente.

montaditos de melocotón - elaboración

Con todo listo, procedemos a, valga la redundancia, montar los montaditos. Lo primero es cortar ligeramente la base de los melocotones para que ésta deje de ser esférica y se convierta en plana, así no se balancearan en el plato una vez rellenos.

Por último, rellenamos las mitades de melocotón con la ensalada de marisco y coronamos con una gamba y un tomate cherry ensartados en medio palo de pincho.

Tiempo de elaboración | 15 minutos
Dificultad | Fácil

Degustación

Lo único malo de los montaditos de melocotón con ensalada de marisco es que son un poco engorrosos de comer. Demasiado grandes para un único bocado, al tratar de partirlos se desmoronan como una castillo de naipes. No obstante, la combinación del dulce del melocotón con la ensalada es una delicia que hace que merezca la pena el engorro.

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