En el mundo en el que vivimos, cuando algo se pone de moda hay tanta gente que quiere vivir esa experiencia que hasta los espectáculos más bellos pierden su magia.
Es lo que ha ocurrido con la floración de la lavanda en Brihuega (Guadalajara), un fenómeno que lleva décadas siendo atractivo, pero que ha explotado hace unos años, atrayendo más turistas de los que este pequeño pueblo es capaz de absorber.
Así lo ha reconocido Luis Viejo, alcalde del municipio, en declaraciones a ABC: “Tenemos una amplia oferta turística, cultural y artística por la lavanda. Eso sí, aconsejo que vengan a visitarnos de lunes a jueves, por favor. Los fines de semana resulta más complicado por la gran cantidad de gente que viene”.
Se da la paradoja de que es el propio Gobierno municipal el que ha tratado de explotar al máximo el fenómeno, organizando incluso un festival de música, donde han tocado este año grupos con mucho poder de convocatoria como Los Secretos, Iván Ferreiro o El Arrebato. Un festival que, claro está, se celebra en fin de semana.
“El sábado pasado, sin ir más lejos, se colapsó el municipio”, ha reconocido el alcalde, del PSOE. “Lo pasé mal”.
Un difícil término medio
El problema de Brihuega lo han vivido centenares de localidades que, tras promover el turismo en pos de generar actividad económica, se han encontrado con que, quizás, no querían tanto.
La localidad, de la histórica comarca de la Alcarria, tiene solo 3.100 habitantes, pero está a poco más de una hora de Madrid, lo que hace que venga muchísima gente a visitarla en estas fechas. Y no solo de España.
El año pasado, explica el alcalde, recibieron 140.000 visitantes, que dejaron en el municipio un impacto de 8 millones de euros. “Gestionar tal afluencia de público en tan poco tiempo es difícil”, reconoce el alcalde. “Trabajamos mucho, tenemos una comisión de seguridad, pero no deja de ser una gran afluencia”.
Viejo quiere hacer un parking disuasorio a las afueras del casco histórico y conectarlo con autobuses lanzadera, pero mientras se estudia esta solución –que como pronto llegará el año que viene–, insiste: “Por favor, que vengan de lunes a jueves”.
Imágenes | Luis Viejo/Festival de la Lavanda
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