Hoy traigo esta receta de crema dulce de coco que recién sacada de la nevera está deliciosa. Se prepara en un satinamén y es el broche de oro perfecto para una comida de celebración.
Tengo que repetir esta crema, porque entre mis hijos y mis sobrinas apenas la pude probar. Supongo que si a los pequeños les ha gustado a los mayores todavía más. Desde luego, es facilísima de hacer así que no tengo muchas excusas para no volver a prepararla.
Empezamos vertiendo la leche en un cazo, añadimos el coco rallado, mezclamos y calentamos hasta el punto de ebullición, removiendo sin parar con una cuchara de madera.
Batimos las yemas con el azúcar y la maizena, con unas varillas manuales, y agregamos la leche caliente, en un hilo, sin dejar de remover. Vertemos esta preparación en el cazo y cocemos la crema, a fuego suave y mezclando, hasta que espese.
Esperamos hasta que la crema enfríe un poco, la repartimos en cuatro vasitos o copas y la dejamos en la nevera hasta el momento de degustar. Justo antes de servir, espolvoreamos los vasitos con un poco de cacao molido.
Con qué acompañar la crema dulce de coco
Os propongo que, para variar el resultado final, en lugar de acompañar esta receta de crema dulce de coco con un poco de cacao rallado lo hagáis con vuestra fruta preferida troceada, ahora que hay tan deliciosas frutas de temporada: fresas, cerezas, melocotones o albaricoques.
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