Si sois amantes de las galletas de mantequilla o especiadas como los shortbread o las galletas gingerbread, estas catalinas venezolanas os van a encantar porque tienen buena parte de los mismos ingredientes y el resultado es espectacular para esta receta de Venezuela que podéis utilizar como postre después de hacer unas arepas, unas empanadas o un pabellón criollo.
Su encanto, además de en el especiado, está en el toque de la mantequilla y en el uso del azúcar moscovado que va a ser responsable también del color morenito que estas galletas cogen tras pasar por el horno y que van a convertir vuestra cocina en una maravilla olfativa.
Además, aguantan bastante bien si las guardamos en un recipiente hermético, así que podéis hacer más galletas de la cuenta, aunque la receta que hoy os traemos os va a permitir hacer unas cuantas galletas bastante grandes.
Con estos elementos, es imposible que las catalinas no entren en nuestro podio de recetas de galletas, de pastas de te, de bizcochos, de pasteles o de todo lo que sea dulce y hayamos cocinado alguna vez en DAP.
En una olla ponemos el agua, el azúcar y los clavos de olor y lo llevamos a ebullición moviendo durante un minuto y dejamos enfriar a temperatura ambiente para hacer el caramelo.
En un bol ponemos 280 gramos de harina, el jengibre, la canela y el bicarbonato, mezclamos y hacemos un agujero en el medio a modo de volcán donde ponemos el huevo y la mantequilla pomada.
Sobre todo esto echamos el caramelo de azúcar moscovado que ya estará frio, colándolo para quitar los clavos de olor.
Trabajamos esa masa con la mano incorporando todos los ingredientes, donde quedará una masa homogénea pero muy pegajosa, así que vamos añadiendo parte de los 280 gramos de harina restantes hasta conseguir una masa que no se pegue en las manos ni en el bol.
En ese momento ponemos un poco de harina en la encimera y volcamos la masa en la encimera, amasándola durante dos minutos y añadiendo un poco de harina si la masa se pega en la encimera.
Estiramos la masa con sobre la encimera con un grosor de 1,5 centímetros y la cortamos en círculos de ocho o diez centímetros de diámetros y horneamos a 150 ºC durante 20 minutos.
Pasado ese tiempo dejamos enfriar un poco y consumimos.
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Con qué acompañar las catalinas venezolanas
Como decíamos al principio, estas catalinas venezolanas pueden ser el postre perfecto para una comida en la que hayamos dado salidas a otros clásicos de la cocina de Venezuela como las arepas, las cachapas, el pabellón criollo o el pastel tres leches.
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