Soy muy galletera y me gusta probar recetas diferentes añadiendo todo tipo de ingredientes, pero mi novio es más clásico y prefiere sabores “normales”. Las típicas cookies con chocolate nunca fallan, pero podemos darles un toque especial con la mantequilla antes de ponernos manos a la masa. Estas galletas de mantequilla tostada con chips de chocolate y flor de sal harán las delicias de cualquier goloso.
Al tostar la mantequilla derretida conseguimos un color ámbar muy bonito, pero sobre todo un aroma a frutos secos y caramelo fantástico que tan bien combina con el chocolate. Se puede tostar más o menos, aunque recomiendo empezar por un tono ligero para ir probando más adelante con un sabor más pronunciado. Son unas galletas crujientes potenciadas con el toque final de la sal.
Colocar la mantequilla en una sartén y llevar al fuego. Calentar a temperatura media hasta que se derrita, bajar la potencia y dejar que llegue a ebullición. Continuar calentando durante unos 5-8 minutos, remover con suavidad y mantener la cocción hasta que adquiera un tono tostado y huela a nueces y caramelo. Retirar y llevar a un recipiente resistente al calor.
Disponer en un cuenco mediano la harina con la sal el bicarbonato y la levadura. Mezclar con unas varillas y formar un hueco en el centro. Cuando se haya enfriado un poco la mantequilla, agregar el azúcar y batir con las varillas a mano. Agregar el huevo y la vainilla, y batir. Combinar las dos masas, mezclar y echar los chips de chocolate, incorporándolos bien. Tapar con plástico film y llevar a la nevera 30 minutos.
Precalentar el horno a 175ºC y preparar un par de bandejas. Tomar porciones pequeñas de masa, formar bolitas con las manos y colocarlas separadas entre sí. Aplastar ligeramente y decorar con algunos chips extra. Añadir una pizca de flor de sal por encima y hornear una bandeja cada vez durante unos 10 minutos, hasta que se empiecen a dorar. Dejar enfriar sobre una rejilla.
Con qué acompañar las galletas
Las galletas de mantequilla tostada con chips de chocolate y flor de sal son una delicia a la que es difícil resistirse cuando nos apetece algo dulce a lo largo del día. Ahora que ya no hace tanto calor se pueden guardar en un recipiente hermético a temperatura ambiente, sin riesgo de crear un caos de chocolate derretido. Están buenísimas con el café o un sencillo vaso de leche.
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