Si hay algo que nos encanta del verano, hablando gastronómicamente, son los helados, y es que aparte de estar deliciosos y refrescarnos de manera dulce o salada, podemos crear sabores diría que infinitos. Otro sabor más para nuestra colección particular: el helado de miel y nueces.
Es un helado muy común en las heladerías. El que conocemos lleva, por lo general, nueces caramelizadas, pero como no teníamos mucho tiempo de elaborar ese paso utilizamos nueces normales. El resultado es igual de bueno, ¡probadlo!
Calentamos a fuego medio en un cazo, la leche junto a la nata y la miel, y si queremos un poquito de vainilla para aromatizar. Llevamos a ebullición, retiramos del fuego y dejamos enfriar la mezcla durante un par de horas en el frigorífico o 30 minutos en el congelador.
A partir de aquí si tenemos máquina heladora haremos el helado en ella, sino congelaremos la mezcla y removeremos cada cierto tiempo, una media hora, hasta que tenga la consistencia adecuada. Cuando el helado esté casi montado, agregamos las nueces troceadas, mezclamos y terminamos de congelar.
Con qué acompañar el helado de miel y nueces
El helado de miel y nueces podemos servirlo decorado con algunas nueces extras y unos hilos de miel por encima. Queda muy bueno acompañando fruta, aunque en ese caso lo mejor es prescindir de las nueces y optar por el sabor suave del helado para combinar.