Estamos teniendo unos días de calorcito por fin así que a la hora del postre lo mejor es tomar algo que no sea pesado y si es fresquito mucho mejor. Esta receta de panna cotta de fresas a la pimienta rosa combina ambas cosas, es un postre frío y además de fruta, eso sí, lleva nata, así que cuidado con la cantidad que tomáis por eso de las calorías.
La pimienta rosa si no os convence no la pongáis, simplemente le da un contraste picante que va fenomenal con las fresas. En este caso la cantidad de gelatina está pensada para no desmoldar la panna cotta, por lo tanto si la queréis presentar desmoldada debéis engrasar ligeramente los moldes en los que la dejéis enfriar y aumentar un poco la cantidad de gelatina.
Calentamos la nata junto al azúcar y los granos de pimenta a fuego lento para que el azúcar se disuelva. Troceamos las fresas y las trituramos con a la leche. Hidratamos las hojas de gelatina en agua fría durante cinco minutos. Una vez que la nata comience a hervir, colamos la mezcla y le agregamos la gelatina escurrida y el puré de fresas.
Removemos para que me una todo perfectamente y vertemos en los vasitos de presentación. Debemos refrigerar durante al menos cuatro horas antes se servirlo. Es ideal presentarlo con unas fresas extra y unas hojas de menta.
Con qué acompañar panna cotta de fresas a la pimienta rosa
Esta receta de panna cotta de fresas a la pimienta rosa aunque lleva nata en su composición no deja de ser un postre ligero en cierta manera ya que servido en porciones pequeñas no se hace nada pesado. El toque que da la pimienta rosa es muy refrescante. Podemos acompañarla también, aparte de con fresitas, con un poco de menta.