Durante el verano nos volvemos locos con la fruta de temporada. Hay tanta variedad y está toda tan deliciosa. El melocotón es una de las que más usamos para nuestras recetas. Para muestra esta tarta de melocotón y crema que podéis recrear en vuestras casas mientras la sigamos viendo en los mercados. Aún quedan semanas para que desaparezca.
Como este tipo de tartas me entusiasman, para no hacerla similar a otras, he introducido una crema distinta que hace que una tarta medianamente sencilla, resulte de un sabor superior que vuestros comensales, sin duda, agradecerán.
Para hacer la base de la tarta mezclamos la mantequilla a punto pomada con el azúcar y lo batimos hasta que tengamos una crema blanca, con volumen. Añadimos el huevo mientras batimos, y lo mismo con el zumo de naranja. En otro recipiente aparte unimos la harina con la levadura y la sal, y la agregamos tamizada a la mezcla anterior.
La masa resultante será blanda, un poco quebradiza. Hacemos una bola con ella, la envolvemos en film transparente y refrigeramos durante dos horas. Sacamos la masa de la nevera y forramos un molde para tarta desmontable.
Colocamos la masa en el centro del molde, y con la mano, o rodillo pequeño, la estiramos poco a poco hasta llegar a los bordes y nos quede fina. Cubrimos con film y metemos en la nevera unos 30 minutos, o bien cinco en el congelador, mientras hacemos el relleno de crema.
Calentamos lentamente la leche, reservando un poco, con el azúcar y las semillas de vainilla. En un recipiente aparte, mezclamos la leche reservada con la Maizena, hasta que no quede ningún grumo. Batimos un poco las yemas y las agregamos.
Cuando la leche del cazo comience a hervir, retiramos unos segundos para echar la mezcla de yemas. Llevamos de nuevo a ebullición, removiendo continuamente hasta que espese. Picamos los frutos secos hasta que no quede casi granillo y los agregamos a la crema.
Precalentamos el horno a 180º con calor arriba abajo. Sacamos el molde de la nevera, pinchamos la base de la tarta con un tenedor y la cubrimos con la crema. Laminamos los melocotones en rodajas finas y las colocamos de forma armoniosa sobre la crema. Adornamos con los pistachos.
Horneamos durante unos 25 minutos hasta que los bordes de la masa estén ligeramente dorados. Retiramos a una rejilla y dejamos enfriar. Una vez fría la tarta la pincelamos con un poco de mermelada y espolvoreamos con azúcar glasé.
Con qué acompañar la tarta de melocotón y crema
La tarta de melocotón y crema es una tarta muy rica que se puede tomar tibia, aunque por el relleno que lleva recomiendo que se deguste fría, una vez haya reposado en la nevera unas horas. Si os resulta muy larga la elaboración, podéis hacerla en distintas fases.