A medida que se acerca la víspera de Todos los Santos, Halloween, el Día de Muertos o como queramos llamarlo, apetece hacer algo típico de estas fechas, pero sin liarnos demasiado. Los que somos padres ya tenemos suficiente con el disfraz de marras.
Esta receta de quesadillas de Halloween es tremendamente sencilla, súper fácil de hacer –incluso por los niños– y tuneable con lo que tengamos en casa.
Hacer esta receta no tiene ningún misterio. Solo hay que cortar en las tortillas la forma de la típica calabaza de Halloween y utilizar un queso anaranjado como el cheddar para simular la hortaliza. Vuelta y vuelta en la sartén y a correr.
Como cualquier quesadilla, lo ideal es acompañarla con pico de gallo, un poco de guacamole y alguna salsa picante, como nuestro querido adobo de chile verde.
Si vamos a preparar las quesadillas como parte de una cena de picoteo temática, podríamos acompañarlas, por ejemplo, por un hummus de calabaza o incluso unos buenos burritos –que así aprovechas las tortillas–.
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También podéis optar por hacer unas quesadillas más contundentes, sumando al queso otros rellenos como champiñones, espinacas o incluso alguna proteína como pollo o carne desmechada. No hay problema para conservar el dibujo de la calabaza, basta que no pongáis nada entre el queso y la tortilla en el lado en el que dibujéis ésta.
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