Viajamos a Corea para descubrir uno de sus platos más populares: el bibimbap. Se trata de un plato de arroz, verduras, carne y huevo con unos aliños y una salsa tremendamente sabrosos. Es adictivo. El secreto está en los detalles y su increíble salsa ligeramente picante.
Hoy en día el bibimbap se puede encontrar en cualquier rincón del mundo, pero desde Directo al paladar queremos enseñarte a prepararlo para que lo puedas hacer en casa. Bibimbap quiere decir, literalmente, arroz revuelto. Un nombre de lo más descriptivo, pues este plato se come tras mezclar todos sus ingredientes y para dentro.
Los ingredientes se pueden cambiar y adaptar al gusto de cada cual. La carne se puede sustituir por tofu, seitán o, simplemente prescindir de ella. Las verduras se pueden adaptar, usando las que tengas en la nevera: brócoli, pimientos, berenjena, calabaza, espárragos, etc. De lo único que no recomendamos prescindir es del huevo, pues la yema mezclada con la salsa y el resto de ingredientes aporta una cremosidad brutal al conjunto.
Este es un plato con muchas elaboraciones, todas ellas sencillas, pero en el que es clave la organización. Por eso lo ideal es partir de un arroz blanco cocido, que podemos mantener caliente según vamos terminando el cocinado del resto de elementos.
Comenzamos por la salsa y los toppings del bibimbap, concretamente por las verduras a las que podemos dar un golpe de calor en el momento que toque montar el plato. Dejamos la cocción de la carne y la fritura del huevo para el último momento.
Para la salsa mezclamos bien dos cucharadas de pasta de pimiento gochujang, una cucharada de aceite de sésamo, una cucharada de vinagre de arroz, una cucharada de mirin u otro vino blanco dulce, una cucharada de soja y una cucharada de azúcar. Reservamos.
Cortamos los filetes de ternera en finas tiras y mezclamos con dos cucharadas de aceite de sésamo, una cucharada de salsa de soja, una cucharadita de miel (o azúcar moreno), una cucharadita de ajo rallado y una cucharadita de semillas de sésamo. Reservamos a temperatura ambiente mientras preparamos el resto de toppings.
Cortamos las setas siitake en tiras, la cebolla en juliana y la zanahoria y el calabacín en bastones. Salpimentamos y salteamos cada verdura por separado en un poco de aceite, a fuego medio alto, hasta que estén al dente. Reservamos.
Escaldamos las espinacas y los brotes de soja, por separado, en una cacerola con abundante agua hirviendo. Con unos o dos minutos de escaldado será suficiente, sobre todo para las espinacas. Retiramos y sumergimos en agua muy fría para cortar la cocción. Escurrimos bien, que no quede nada de agua.
Picamos un poco las espinacas, para que sean más fáciles de comer. Añadimos, a los brotes y a las espinacas, una cucharadita de ajo rallado, un pellizco de sal y una cucharadita de aceite de sésamo. Mezclamos bien y reservamos por separado.
A continuación salteamos la ternera, sin necesidad de añadir aceite, en una sartén a fuego medio alto. Damos una vueltas para que no se peguen las tiras y, cuando se haya evaporado todo el líquido que suelta la carne, la retiramos del fuego.
Ahora solo queda freír los huevos, asegurando que las yemas quedan líquidas, y montar los dos platos. Repartimos el arroz en la base, las verduras y la carne por la superficie y el huevo en el centro. Salseamos, espolvoreamos con semillas de sésamo dorado y negro y listos para hincar el diente.
Con qué acompañar el bibimbap coreano
La verdad sea dicha, el bibimbap coreano no necesita de acompañamiento alguno. Es un plato único de lo más completo: arroz, verduras, carne y huevo. ¿Alguien en la sala que necesite añadir algún alimento más? Posiblemente no. Lo mejor es compartirlo, eso sí. Así que el mejor acompañamiento del bibimbap coreano es buena compañía.
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