Hace unos años bastante teníamos en España con saber que era la mozzarella hasta que llegó una blanca, fundente y cremosa prima, también italiana, y colonizó nuestras ensaladas.
Así arribó la burrata a nuestras vidas, de la cual ya os hemos hablado en otras ocasiones para saber cómo identificar una buena burrata. Con los deberes hechos, os proponemos esta sencilla receta donde lo único relevante es utilizar buenos ingredientes.
Con apenas cuatro protagonistas, es clave que en esta receta echéis el resto y apostéis por una burrata de calidad, por un tomate que sepa a tomate y por un aceite de oliva virgen extra, como este que os proponemos de Finca La Torre.
La gracia está en mezclar la sedosidad de la burrata con el bocado del tomate —que no debemos tener en la nevera, pues pierde textura y sabor— y el hilo de aceite que baña el conjunto.
Cortamos el tomate en rodajas del grosor deseado y disponemos el plato, salar y poner un chorro de aceite de oliva.
Abrir el envase de la burrata sin quitar del todo la tapa para poder escurrir el suero, la sacamos del envase ya escurrida y la distribuimos sobre el tomate en rodajas.
Hacemos un pequeño corte en su parte superior para que se desparrame el interior, lo salpimentamos, aliñamos con aceite de oliva virgen en ese interior y a disfrutar.
Con qué acompañar la ensalada de burrata con tomate
Para seguir el ritmo italiano podríamos marcar algunos antipasti que merecen mucho la pena como una caponata siciliana o marcarnos unos arancini rellenos, que también irían de maravilla, o intentar clavar una pizza napolitana o, si tenemos sardinas de calidad, probar con esta receta veneciana de escabeche como son las sarde in saor.
Respecto a nuestra ensalada, podéis también alternar con otros elementos que le quedan de maravilla como el pesto, el aguacate en láminas, unos tomates cherry o una pizca de rúcula.
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