Jaime de las Heras
Editor SeniorEs difícil encontrar a alguien que no sea fan de las gambas al ajillo. O de la variedad que podemos hacer con los langostinos al ajillo. O, si seguimos yendo al mundo crustáceo, con los gambones al ajillo.
Fácil, rápida, sabrosa e intensa, cualquier preparación al ajilo convierte en cuestión de minutos al más humilde de los ingredientes en un auténtico platazo. No falta, claro, el que quiere añadir un toque de picante a la fiesta y añade una guindilla cayena.
Pero, si de picantes, hablamos, hay muchos países que nos dan sopas con hondas. No es la cocina española ni, en general, la occidental una gastronomía que haya hecho de lo picante su razón de ser. Todo lo contrario que sucede con la cocina peruana, con la cocina mexicana o con la mayor parte de las cocinas del Sudeste asiático.
De allí, precisamente, rescatamos una forma de tunear las clásicas gambas al ajillo y no es otro que con su popular receta: el Tôm Rim de gambas. La gracia de la receta es que conserva un intenso sabor salino, un toque dulzón, el regusto del ajo y la bravura del picante que, como es evidente, puedes modular a tu gusto.
Tampoco necesitas muchos ingredientes y los que necesitas se encuentran fácilmente si tienes un supermercado asiático cerca como es el agua de coco (que puedes reemplazar por agua normal) y la salsa asiática de pescado, que vas a encontrar con mucha facilidad.
A partir de ahí, gambones, ajo, guindilla, aceite, cebolla y un poco de cilantro si te apetece. Solo tienes que quitar las cabezas y las patas de los gambones, dejando sus caparazones, que va a dejar que al cocinarlos queden más jugosos.
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Aparte, picas media cebolla, un par de dientes de ajo y guindilla fresca al gusto, y marinas los gambones con esta picada, dejándolo en un bol tapado con film en la nevera mientras, haces un caramelo sencillo.
Basta con llevar a burbujeo un poco de azúcar y luego verter el agua de coco (o la normal) para rematarlo. Tras la hora de reposo, pochas en una sartén otro poco de cebolla y de ajo y cuando esté listo, incorporas el caramelo, remueves e integras también la salsa asiática de pescado, dejando que todo se junte.
En ese momento, añades las gambas y su marinada, cocinándolas cuatro minutos por cada lado y tendrás unas gambas al ajillo distintas y gloriosas sobre las que echar un poco de cilantro picado.
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