Esta receta de pimientos del piquillo rellenos de bonito con tomate es una receta de aprovechamiento de sobras, las que más me gusten, y que siempre vienen bien en estos tiempos de dificultades y recortes. Había preparado un bonito con tomate, y había comprado una rodaja tan grande que sobró casi la mitad. Tras prepararme tapas de bonito en frío y en caliente durante unos días, estaba harto de los tacos de bonito, así que decidí preparar esta receta para variar un poco.
A diferencia de los pimientos rellenos de carne picada, de bacalao o con cualquier otra farsa que queráis preparar, como aquí usaremos para el relleno un producto ya cocinado, no necesitaremos nada más que dar un calentón al plato una vez preparado, por lo que además de ser una buena receta de aprovechamiento de sobras, ha resultado una receta cómoda y rapidísima de preparar.
Si no tenéis bonito con tomate que os haya sobrado, podéis hacerlo expresamente para esta receta, y tendréis dos recetas para los vuestros. También podéis sustituir el bonito con tomate, por una mezcla de bonito o atún en conserva, y unas cucharadas de tomate frito aunque no resultará tan sabroso como si lo preparáis casero. El bonito lo podéis hacer con o sin pimiento, a vuestro gusto.
Comenzamos triturando con un tenedor, las sobras del bonito con tomate, para que sea más sencillo su manejo y así se nos facilite el relleno de los pimientos. Yo suelo colocarme cada pimiento del piquillo en la mano izquierda y lo voy rellenando con una cucharilla, pero si os es más cómodo usar una manga, podéis hacerlo a vuestro modo. En este caso como no vamos a rellenarlos con crema, bechamel o relleno tipo pasta sino solamente con el triturado de bonito, creo que es más cómodo hacerlo así.
Según vayamos rellenando los pimientos, los vamos colocando en una fuente de barro, y así los podremos dar un toque de calor en el horno convencional o incluso en el microondas, antes de servir. Para elaborar la salsa, pochamos una cebolla bien picada, y le añadimos un pimiento o dos de la lata dejando que se hagan un poco. Yo suelo aprovechar los que se me rompen al rellenar, pero si no se rompe ninguno, igualmente añado un par de pimientos en trozos.
Cuando la cebolla ya está hecha, añadimos dos o tres cucharadas soperas de nata líquida espesa, mezclamos durante unos minutos, y pasamos la salsa por la batidora, obteniendo una salsa estupenda para napar nuestros pimientos, que ya podremos calentar en el horno, espolvorear con perejil picado y llevar a la mesa.
Con qué acompañar los pimientos rellenos de bonito con tomate
Podéis servir directamente estos pimientos rellenos de bonito con tomate, en la misma cazuela de barro donde los hemos colocado y calentado, tras pasar por el horno. Además, el barro conserva un buen rato el calor, por lo que si lo utilizáis como aperitivo, los pimientos se mantendrán bien calientes, mientras disfrutamos de la cerveza. El pan es muy conveniente para esta deliciosa salsa, recordadlo.
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