La mejor receta para cenar en una noche fría es esta sopa de solo tres ingredientes que reconforta con sabor casero

Nutre, alimenta y calienta desde dentro con ese sabor tradicional de los platos de cuchara de toda la vida

Sopa Puerro
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Liliana Fuchs

Editor

Lo bueno que tienen las noches gélidas es que no hay que darle muchas vueltas a qué cenar: apetecen platos reconfortantes con los que entrar en calor. Nada como el cuchareo más tradicional y sencillo cuando llegas a casa con los pies helados o casi es una tarea titánica abandonar el refugio de la manta del sofá para ir a la cocina.

Por eso esta sopa de puerro y patata puede ser la receta perfecta para estos días de invierno adelantado, sobre todo si te has cansado un poco de las cremas y quieres algo con más chicha, masticable pero a la vez de textura suave y tierna. Es además una receta baratísima, que sacia sin ser pesada y que te deja con una sensación de confort ideal para la última comida del día y conciliar bien el sueño.

Lo único importante es contar con un buen caldo, pues si usamos solo agua nos quedará demasiado sosa. Puedes usar caldo de pollo de toda la vida, un vegetal caldo de verduras o, también, alguna base con más sabor como el caldo de carne o el típico caldo de gallina. Y si no tienes caldo hecho en casa, con uno de tetrabrik de calidad sale igualmente buenísima.

Siempre se puede enriquecer con huevos duros picados, taquitos de jamón, bacalao desalado, unos garbanzos crujientes o dados de tofu, incluso le va genial un poco de katsuobushi japonés o sobras de pollo asado o cocido que podamos tener por la nevera. Pero con sus tres ingredientes originales básicos ya es una receta de diez.

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