La primavera empieza a dar coletazos y nos cuenta que el calor, si no en toda España, parece que ha venido para quedarse. Y eso que aún nos quedan huertas preñadas de tesoros, como sucede con las judías verdes, en uno de sus mejores momentos del año.
Por eso, aprovechando que están baratas y que no hace falta recurrir a las conservas, tener a mano un buen manojo de judías verdes frescas nos puede resolver esta receta fácil para un primer plato que, además, puedes engordar nutricionalmente con unas patatas cocidas o metiendo algo de proteína.
En este caso, nuestras judías verdes con tomate son una versión de la fasolakia griega, un plato sencillísimo que, incluso, puedes tomar frío a modo de ensalada y que será perfecto para no complicarte ni gastar de más.
La gracia está en usar buenas judías, una cebolla de calidad y un buen tomate, que puede ser natural o puede ser en conserva. A partir de ahí, ningún misterio. Cortamos la cebolla en juliana fina y rallamos unos ajos con un rallador tipo Microplane o uno bien fino, para dejarlos como una pasta.
En una cazuela amplia a fuego medio-bajo, incorporamos la cebolla y el ajo, salando y dejando que se cocinen juntos sin que cojan color. Queremos que la cebolla esté tierna y blanca; luego incorporamos las judías, lavadas y troceadas, removemos y vertemos el tomate, el orégano y una pizca de sal y pimienta, vertiendo luego el agua para que se cuezan, dejando que se cocinen media hora tapadas a fuego bajo.
Luego, cuando estén listas, solo hay que remover ligeramente, destapar y volver a darle unos veinte minutos para que la salsa se reduzca y concentre. Pasado ese tiempo, comprobamos la sazón, echamos un chorrito de zumo de limón y rematamos con eneldo y perejil picados.
También, como decimos, podrías haber añadido patatas cortadas en cubitos pequeños y haberlas añadido cuando incorporas las judías verdes, controlando que queden tiernas, o incluso unos taquitos de jamón curado.
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En DAP | Judías verdes con jamón
En DAP | Ensalada de judías verdes