“Recomendamos no calentar la comida en estos envases”: científicos españoles alertan de la presencia de plásticos en los alimentos

  • Un nuevo estudio ha detectado aditivos asociados al plástico en el 85 % de 109 alimentos analizados

  • Las cifras preocupan especialmente por la alta exposición asociada a lactantes y niños pequeños

Supermercado Plasticos
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
liliana-fuchs

Liliana Fuchs

Editor

El incremento del uso de plásticos como material de envasado de alimentos y como material de contacto con ellos preocupa a la comunidad científica por la posible migración de sustancias a los propios alimentos y su posible efecto en la salud. Esta migración está regulada por la normativa europea, estableciendo valores máximos de ingesta diaria, pero un nuevo estudio sugiere la necesidad de replantear la legislación para imponer medidas más restrictivas.

Son las conclusiones extraídas de un reciente estudio elaborado por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), en el que se ha analizado la presencia de distintos aditivos asociados al plástico en los alimentos más representativos de la dieta española.

El trabajo, publicado en Journal of Hazardous Materials, revela que en el 85% de las 109 muestras de alimentos evaluados hay presencia de alguno de tales aditivos, aunque los valores promedio de ingesta detectados son inferiores a las recomendaciones establecidas por la Unión Europea.

Según recoge el Informe del Comité Científico de la AESAN sobre la presencia y la seguridad  de los plásticos como contaminantes en los alimentos, “Los plásticos incorporan diferentes aditivos que se agregan de forma intencionada durante el proceso de fabricación o procesamiento del plástico, para mejorar sus propiedades, rendimiento y funcionalidad”. Con los datos disponibles todavía no conocemos con profundidad la potencial toxicidad de los microplásticos en humanos. “A pesar de ello, la publicación de estudios experimentales y epidemiológicos que asocian la exposición prolongada a muy pequeñas dosis con efectos adversos mantiene viva esta creciente preocupación de la comunidad científica por la exposición dietética a los plásticos y sus aditivos”.

Así, la EFSA y otras autoridades s de seguridad alimentaria han asignado valores máximos de ingesta diaria para muchos de los componentes plásticos de materiales en contacto con alimentos. Concretamente, contamos con cifras para 15 de los 20 plastificantes detectados en las muestras del estudio del IDAEA-CSIC.

Potitos

Al evaluar el riesgo potencial de dichos aditivos plásticos, los científicos comprobaron que, efectivamente, no se superan las cifras de ingesta máxima recomendadas, pero los autores son cautos con los datos obtenidos. “Si consideramos el escenario de alta exposición para lactantes y niños pequeños, dichos valores se superan para dos de los compuestos, el ftalato DEHP y el organofosforado EHDPP. Para otros 3 compuestos, los valores estarían tan solo 10 veces por debajo del umbral de riesgo”, señala Julio Fernández Arribas, investigador del IDAEA y primer autor del trabajo.

En su investigación, los autores evaluaron el riesgo de distintos escenarios de exposición, en diferentes categorías de alimentos según los datos extraídos del patrón de consumo en España facilitados por el Ministerio de Agricultura. También se han analizado platos preparados para cocinar en envases de polipropileno. Estos platos, que se acostumbran a calentar directamente en el microondas, como indican los propios fabricantes, revelaron que tras la cocción la exposición a los compuestos aumentaron hasta 50 veces. “Recomendamos, por precaución, no calentar la comida en este tipo de envases”, apunta Ethel Eljarrat, directora del IDAEA y autora principal del estudio.

La carne es la principal fuente de exposición a aditivos plásticos a través de alimentos

Las cifras que más preocupan a los investigadores son las vinculadas con el nivel de exposición de los lactantes y niños más pequeños, pues los resultados apuntan a una ingesta mayor en su caso, debido a su menor peso corporal y al consumo habitual de alimentos infantiles. Además, en los niños de uno a tres años, predomina el consumo de carne, que ha sido señalada como la principal fuente de exposición a aditivos plásticos  (59 %), seguida de los cereales, legumbres y dulces (20 %).

Por tanto, concluyen los investigadores, los datos obtenidos remarcan la necesidad de seguir evaluando la presencia de estos componentes en la alimentación, sobre todo en los grupos más vulnerables, y plantear una nueva legislación más restrictiva para prevenir los posibles efectos perjudiciales en la salud de la población a medio y largo plazo.

Imágenes | freepik/user18526052 - Unsplash/Fikri Rasyid

En DAP | El agua de Madrid es la que más microplásticos tiene de España (y aún no sabemos qué consecuencias tiene)

Inicio
×

Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información