Se acercan las fiestas y muchos andamos como locos buscando un aperitivo vistoso, fácil y muy aparente para presentar en nuestra mesa navideña. Yo lo he encontrado, pues estos rollitos crujientes de langostinos y setas cumplen estas tres condiciones, por lo que ya han quedado adjudicados para abrir mi cena de Nochebuena.
Este paquetito tiene en su interior una cama de verduras con marisco lleno de sabor, y que vosotros podéis tunear cambiando el langostino por gambón, cigala o bogavante o incluso por carne de centollo desmigada.Las posibilidades son muchas y el trabajo poco para lo que lucirán en la mesa
Comenzaremos preparando en un bol una pasta con el agua y la harina. Seguidamente cortamos la parte blanca del puerro y la verde por separado de manera muy fina en juliana y en tiras como de seis centímetros. Pelamos los langostinos.
Saltearemos la parte blanca en una sartén con el aceite, añadimos las setas picaditas . Sofreímos durante unos minutos hasta que esté tierno, y por último los langostinos, que solo los saltearemos unos 30 segundos. Por otra parte freímos en una sartén con aceite la parte verde del puerro, la reservamos para hacer una cama debajo del rollito escurriendo el exceso de aceite en papel absorbente.
Disponemos media hoja de la pasta filo encima de una bandeja y colocamos una cama de puerro y setas salteados, encima colocamos un langostino, y salpimentamos. Hacemos un rollito cerrando bien los laterales con la masa de agua y harina preparada antes. Repetimos la misma operación hasta terminar.
Calentamos una sartén con abundante aceite y los freímos hasta que estén crujientes. También podéiis hacerlos más ligeros horneándolos a 180 grados hasta qe estén dorados- Disponemos sobre papel absorbente unos minutos. Colocamos una cama de puerro crujiente y encima el rollito en platos individuales.
Con qué acompañar los rollitos crujientes de langostinos y setas
Este entrante de rollitos crujientes de langostinos y setas es muy completo y no necesita como tal mucho acompañamiento. Podéis si os gusta rociarlos ligeramente con aceite de perejil y una pizca de escamas de sal y pimienta de cayena.