Las fiestas populares tienen el poder de unir al ser humano en comunidad, de reafirmar el sentimiento de pertenencia a un lugar y, al mismo tiempo, de recibir con los brazos abiertos al visitante. Nos encantan los festejos y las tradiciones, y pocas celebraciones hay más mundanas que los carnavales, en los que el desenfreno también se vive a través de la comida y, por supuesto la bebida. Y no es momento de ponerse exquisitos.
Las tradiciones carnavaleras se suceden por medio mundo y solo ya en España podemos dar buena cuenta de ellas, con un menú de platos, dulces y productos típicos que hacen temblar a cualquier nutricionista. La dieta posnavideña queda lejos; ya llegrá la absticencia de la Cuaresma.
Ahora toca entregarse a don Carnal y sucumbir ante los placeres de los dulces de sartén, los productos del cerdo y tragos acordes para aguantar el ritmo de días de libertinaje. En Águilas, localidad portuaria de la Región de Murcia, es la cuerva la bebida oficial sin la que no se conciben los carnavales.
La bebida de los dioses
Declarado como Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2015, el Carnaval de Águilas cuenta con más de dos siglos de historia y tradiciones que han ido creciendo cada año con nuevas y renovadas celebraciones, solo interrumpidas por la pandemia del coronavirus.
Entre los actos que más fervor despiertan destacan los imprescindibles desfiles de carrozas y comparsas, los concursos de chirigotas, la quema de don Carnal o la fascinante suelta de la Mussona, un espectáculo teatralizado por las calles de la localidad en el que un personaje mitad humano y mitad bestia es conducido desde el Castillo hasta la Plaza de España, donde es domada a medianoche y da el pistoletazo de salida a las fiestas.
Para acompañar tanta actividad y caldear el ambiente los festejos se acompañan de la cuerva, la llamada "bebida de los dioses" que para los aguileños es todo un icono representativo de sus fiestas, y de su cultura popular.
La cuerva no es en absoluto un invento local ni exclusivo de Águilas, tampoco revolucionario, pues, en el fondo, no es más que una variación de la sangría, el trago no oficial de las fiestas populares de toda España. Aunque a nivel nacional la sangría es más una bebida veraniega, en Águilas, como en otros lugares del país, se convierte en un cóctel para calentar refrescando las últimas semanas del invierno.
No es algo ni siquiera exclusivo español, pues en los carnavales centroeuropeos, como en Suiza, el glühwein o vino caliente especiado acompaña las fiestas carnavaleras durante las gélidas noches del febrero helvético. Claro que en España somos más dados a mezclar muchas más bebidas con el vino, y la cuerva es un ejemplo de mezcolanza alcohólica digna de las fiestas universitarias.
Una receta no apta para sensibles
Cuerveras de la colección Belmonte-Useros en el Museo nacional de cerámica de Chinchilla de Montearagón (Albacete). Imagen de Milartino.
El propio término de "cuerva" tampoco es exclusivo de Águilas, pues se utiliza en otros lugares a veces como sinónimo de sangría, aunque no es raro que se despierten ofensas si un foráneo pretende equiparar ambos mejunjes. En Castilla-La Mancha y Andalucía es fácil encontrar diferentes versiones de la cuerva, como así recoge la RAE en su definición coloquial del vocablo.
La palabra es una asimilación del recipiente tradicional en el que se elaboraba y que todavía los más puristas utilizan, también llamada "cuervera", por recordar al nido del ave. Cuerva, sangría, zurra o zurracapote son, en esencia, variaciones del hipocrás medieval: vino con cosas.
¿Y qué cosas lleva, concretamente, la cuerva? Si atendemos a la receta supuestamente original y tradicional, un poco de todo. Para elaborar 100 litros de cuerva -y regar las gargantas de todos los vecinos y más allá-, se necesitan:
- 2 botellas de whisky.
- 2 botellas de ginebra.
- 2 botellas de vodka.
- 2 botellas de vermú blanco.
- 2 botellas de vermú rojo.
- 22 litros de vino Blanco.
- 22 litros de vino Tinto.
- 5 litros de refresco de naranja.
- 5 litros de refresco de limón.
- 10 litros de refresco de cola.
- 25 litros de gaseosa.
- 1 tarro de canela molida (al gusto).
- 5 kilos de azúcar (o al gusto).
- 5 kilos de azúcar (o al gusto del consumidor)
- Fruta en almíbar al gusto.
Según se cuenta, la cuerva empezó elaborándose aprovechando todos los restos de bebidas, vinos y destilados varios que habían sobrevivido a las fiestas navideñas, resultando en un cóctel explosivo en el que puede caber de todo.
Pero la esencia auténtica de la cuerva está en las propias fiestas de Águilas y sus gentes, que son los que le dan forma cada año. Además de las elaboraciones propias que se hacen en cada casa y grupo de amigos, desde hace años se organiza un concurso oficial en el que participan multitud de locales con su propia versión, con recetas secretas en las que se han llegado a combinar hasta 23 licores diferentes.
En los últimos años se han visto cuervas tropicales, azules, espumosas, de colores, pomposamente decoradas y hasta en texturas o deconstruidas, como las que han presentado los hermanos de Kabuky y Mesón Willy, buscando ir un paso más allá para sorprender con nuevas técnicas y presentaciones, sin olvidar nunca la cuerva más tradicional, con base de vino tinto.
El jurado, con un invitado como Gran Maestre, que suele ser un rostro conocido, visita los locales ataviados con disfraces y entonando tonadillas fiesteras, degustando, catando y reponiendo fuerzas con viandas que cada cada participante considera proporcionar. Finalmente se otorgan dos trofeos, la Cuerva más Generosa y la Supercuerva, la gran triunfadora.
Tras tres años sin carnaval, con motivo de la pandemia, este año se recupera la fiesta en su calendario habitual.
Imágenes | GTres - Wikimedia Commons - Kabuky - La Caseta del Lorito - Carnaval de Águilas
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