Tiene más de 2.000 años y no está en Roma: así es el anfiteatro romano mejor conservado del mundo y aún sigue en uso

Evidentemente, no sirve para presenciar peleas de gladiadores

Anfiteatro Romano Nimes Uso
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A pesar de tener siglos o incluso milenios de historia, algunas de las construcciones del Imperio Romano han logrado llegar hasta nuestros días, mostrando la grandiosidad y la ingeniería avanzada de esa época. Entre las construcciones más emblemáticas del Imperio Romano se encuentran los teatros, anfiteatros, circos y termas, todas ellas diseñadas no solo para cumplir funciones específicas, sino también para impresionar con su magnitud y detalle arquitectónico.

Los teatros romanos, con su característico diseño semicircular, eran lugares donde se presentaban obras de teatro y se celebraban eventos culturales. Los circos, como el famoso Circo Máximo en Roma, eran grandes espacios destinados a carreras de carros y otros espectáculos públicos. Las termas, por su parte, eran complejos de baños públicos que incluían piscinas, saunas y áreas de recreo, siendo las Termas de Caracalla un ejemplo notable.

Sin embargo, los anfiteatros eran quizás las construcciones más impresionantes y multifuncionales de todas. Estos enormes edificios de planta elíptica eran utilizados principalmente para espectáculos de gladiadores, cacerías de animales exóticos y, en ocasiones, ejecuciones públicas. Entre los anfiteatros más conocidos de la Antigüedad se encuentran el Coliseo de Roma, el Anfiteatro Flavio en Pozzuoli y el Anfiteatro de El Djem en Túnez.

Los anfiteatros romanos, con su estructura masiva y diseño ingenioso, eran auténticos centros de entretenimiento. Construidos generalmente de piedra y hormigón, estos edificios podían albergar a miles de espectadores que asistían para ver los juegos y espectáculos que ofrecían. Uno de los anfiteatros más célebres y, además, el mejor conservado es el Anfiteatro de Nimes, en Francia.

El Anfiteatro de Nimes, también conocido como las Arenas de Nimes, es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura romana que ha perdurado a lo largo de los siglos. Construido en el siglo I d.C., durante el reinado del emperador Augusto, este anfiteatro fue diseñado para albergar espectáculos de gladiadores y otros eventos públicos que eran populares en aquella época.

Arenes De Nimes La Nuit Otnimes O Maynard El anfiteatro de Nimes se erigió en el siglo I después de Cristo. ©Nimes Tourisme / O. Maynard.

El anfiteatro de Nimes tiene una historia rica y fascinante. Durante la Edad Media, el anfiteatro fue transformado en una fortaleza y se construyeron viviendas en su interior, lo que ayudó a su preservación. En el siglo XVIII, se inició un proceso de restauración para devolver al anfiteatro su esplendor original, eliminando las estructuras medievales y consolidando sus muros y graderías.

Con unas dimensiones de 133 metros de largo y 101 metros de ancho, y una capacidad para aproximadamente 24.000 espectadores, el anfiteatro de Nimes es uno de los más grandes y mejor conservados del mundo. Su fachada, con dos niveles de arcadas superpuestas, es un ejemplo de la maestría romana en la construcción de edificios monumentales. Las arcadas están adornadas con pilastras y columnas, lo que añade un toque de elegancia a su robusta estructura.

Aranes De Names Photo L Boudereaux El uso actual del anfiteatro es esencialmente taurino. ©Tourisme Nimes / L. Boudereaux.

Lo que hace al Anfiteatro de Nimes realmente excepcional no es solo su estado de conservación, sino el hecho de que sigue en uso hoy en día. Este anfiteatro ha sabido adaptarse a los tiempos modernos y se ha convertido en un lugar emblemático para la celebración de eventos culturales y de entretenimiento.

Desde el siglo XIX, el anfiteatro de Nimes se ha utilizado para corridas de toros, siguiendo la tradición taurina que llegó a Francia desde España. Cada año, durante las Férias de Pentecostés y de la Vendimia, el anfiteatro se llena de aficionados que acuden a ver las corridas de toros en un entorno cargado de historia.

Pero las corridas de toros no son el único uso contemporáneo del anfiteatro. Este impresionante edificio también se ha convertido en un escenario ideal para conciertos y festivales. Su acústica excepcional y su atmósfera única han atraído a artistas de renombre internacional. Desde conciertos de música clásica hasta espectáculos de rock y pop, el Anfiteatro de Nimes ofrece una experiencia inigualable tanto para los artistas como para el público.

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Uno de los eventos más destacados que se celebra en el anfiteatro es el Festival de Nimes, que tiene lugar cada verano. Durante este festival, el anfiteatro acoge a una variedad de artistas y bandas de todo el mundo, convirtiéndose en un punto de encuentro para amantes de la música de diversos géneros. El contraste entre la antigüedad del lugar y la modernidad de los espectáculos crea una atmósfera mágica que atrae a miles de visitantes cada año.

Imágenes | Nimes Tourisme

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