Aunque las ensaladas están presentes en nuestros menús a lo largo de todo el año, es en épocas de calor cuando más apetecen. Son una solución fácil y rápida para almuerzos y cenas. Si elegimos ingredientes frescos nutrimos el organismo al tiempo que nos calman el calor. Y si son ligeros, nos ayudan a controlar el peso.
Para que tu ensalada, además de saludable esté impresionante, es clave elegir el aliño adecuado. Decantarse por una salsa pesada y grasa puede hacer que nuestra ensalada sea tan pesada como una pizza, unas croquetas o unas patatas bravas. Para que esto no ocurra, proponemos tres aliños ligeros y sanos que harán tus ensaladas espectaculares y ligeras.
Estos aliños que os presentamos a continuación sirven para todo tipo de ensaladas, pero también para acompañar verduras a la parrilla o al horno. Y es que las verduras no son solo una guarnición estupenda, son un perfecto plato único, que deberíamos comer con más frecuencia.
Salsa de yogur
Salsa de yogur
Hay muchas maneras de preparar salsa de yogur y también infinidad de platos con que acompañarla. Esta versión tan sencilla es nuestra preferida. Ejemplo perfecto de que menos es más.
Uno de los aliños ligeros y saludables más populares es la salsa de yogur. Super sencilla y rápida de preparar, tan solo hay que mezclar un yogur natural desnatado con el zumo de medio limón, un par de cucharadas de aceite de oliva y un poco de perejil picado. Salpimentar al gusto y ¡a disfrutar!
Aliño de aguacate y pepino
Aliño de pepino y aguacate
Esta salsa es adictiva y los amantes del aguacate la van a adorar pues aporta una cremosidad insuperable. Los sabores de sus ingredientes combinan a la perfección. Dan ganas de comerla a cucharadas o, como mínimo, de servirla como dip.
Ingredientes: 1 pepino, 1 aguacate, 15 ml de aceite de oliva virgen extra, 1 yogur natural desnatado, 1 cucharadita de orégano seco, 1 diente de ajo, ralladura de limón, sal y pimienta negra molida.
Elaboración: En un recipiente hondo y amplio mezclamos el pepino y el aguacate triturados. Añadimos el aceite de oliva virgen extra, el yogur natural, el orégano, el diente de ajo (rallado o finamente picado) y un poco de ralladura de limón. Terminamos salpimentando al gusto y ¡lista para usar!
Vinagreta de hierbabuena
Vinagreta de hierbabuena
Tambien se puede preparar con menta fresca o con una mezcla de ambas hierbas. Usamos solo las hojas para que el sabor sea más puro (los tallos amargan ligeramente el resultado). Una variante es usar albahaca en vez de hierbabuena o menta.
Ingredientes: 30 ml de vinagre de manzana, 30 ml de aceite de oliva virgen extra, un manojo de hierbabuena fresca, sal y pimienta negra molida.
Elaboración: Lavamos y secamos bien las hojas de hierbabuena. Picamos lo más finamente posible, pero sin machacar las hojas. Batimos el vinagre de sidra y el aceite de oliva virgen extra para emulsionar ligeramente. Salpimentamos al gusto y añadimos la hierbabuena picada. Por último removemos para incorporar antes de usar.
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