Para hoy una receta golosa y tremendamente tentadora, un crumble de plátano y Nutella, ideal para los amantes de esta crema de cacao o cualquier otra alternativa: la mezcla de esta fruta con chocolate siempre ha resultado deliciosa. Así que si lo unimos a su fácil preparación, este postre se convierte en una opción genial para terminar cualquier comida.
Los crumble tienen la ventaja de prepararse en muy poquito tiempo de horno y tomarse templado, así que es la típica preparación que suelo hacer después de hornear una carne para comer, y aprovechar de esta manera que el horno está caliente para poder tomar algo dulce de postre. Y por supuesto que se le puede cambiar la fruta por otra de vuestro agrado, por ejemplo con pera creo que también haría una mezcla ideal.
Comenzaremos preparando la base; para ello pelamos y picamos los plátanos en rodajas, después pondremos una sartén al fuego y derretimos la mantequilla, añadimos el plátano y le espolvoreamos el azúcar moreno y el ron, dejándolo cocer a fuego medio diez minutos, y vigilando que no se queme la fruta.
Por otro lado echamos en un bol pequeño la Nutella, la avellana molida y el agua caliente, removemos hasta que se mezclen los ingredientes y se forme como una especie de jarabe. Precalentamos el horno a 180ºC.
Para preparar la cobertura mezclamos en otro bol lana molida, el azúcar moreno y la mantequilla fría cortada en trocitos menudos, amasamos con las yemas de los dedos hasta formar unas migas.
Para montar el crumble preparamos cuatro flaneras o ramequines resistentes al horno y colocaremos repartiendo las rodajas de plátano, después echaremos el jarabe de Nutella y por último espolvoreamos la cobertura. Podemos añadirle en la superficie un poco de avellana triturada gruesa si queremos encontrar trocitos crujientes. Horneamos durante 20 minutos.
Con qué acompañar el crumble de plátano y Nutella
El crumble de plátano y Nutella os va a encantar, sobre todo si os gusta la combinación clásica de esta fruta con chocolate. Podéis degustarlo templado un rato después de salir del horno, pero incluso después de unas horas en la nevera esta impresionante, con helado o nata montada.
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