Asociamos el mazapán con la Navidad pero es un dulce tradicional que se remonta a muchos siglos atrás, con especialidades repartidas por muchas regiones bañadas por el Mediterráneo. A mí me encanta el sabor puro de la almendra en pequeños bocados dulces, y esas pastas de almendra con cardamomo y azahar no defraudan.
La receta proviene de la familia de Samantha Ellis, escritora afincada en Londres de familia judío-iraquí. El masafan es el mazapán de tradición judía, con una textura un poco más de galleta, y una forma rústica pero que a mí me encandiló en cuanto me encontré con la receta en la red. Aromatizadas con un poco de azahar y cardamomo, son absolutamente deliciosas.
Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja con papel sulfurizado o engrasándola bien. Disponer las claras de huevo en un recipiente mediano y batirlas un poco hasta que espumen. Añadir la almendra molida, el azúcar, una pizca de sal, el agua de azahar y el cardamomo molido.
Mezclar todos los ingredientes hasta tener una masa homogénea, maleable y lisa. Llenar un cuenco con agua limpia y aromatizar con un poco de azahar. Con las manos húmedas en esta mezcla, tomar porciones de masa, formar bolitas y luego dar forma de cilindro. Pinchar el extremo superior para formar una especie de estrella.
Distribuir en la bandeja y decorar colocando una porción de almendra o pistacho en el extremo de cada pasta. Hornear hasta que empiecen a dorarse, unos 8 minutos. Dejar enfriar completamente antes de servir.
Con qué acompañar las pastas de almendra
Estas pastas de almendra con cardamomo y azahar son un bocado dulce irresistible sobre todo para los que disfruten del mazapán y el sabor de los postres con almendra. Me parecen ideales para servir con el té o el café de media tarde, y además aportan mucha energía para el resto de la jornada.
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