Cuando me apetece preparar pollo guisado suelo decantarme por usar contramuslos, al ser dos personas en casa es fácil calcular las raciones y es una carne que queda muy sabrosa al cocinarla con sabores fuertes. En esta ocasión tenemos una cazuela de contramuslos de pollo en salsa de shichimi togarashi.
El shichimi togarashi es una mezcla de especias japonesa, picante y muy aromática, con sésamo, jengibre, alga nori, piel tostada de mandarina y guindilla. Es bastante potente, así que mejor tener cuidado al usarla en la cocina, aunque si os gusta el picante es un producto muy interesante para sumar a la despensa.
Limpiar el posible exceso de grasa del pollo y cortar cada contramuslos en unas 3 piezas. Salpimentar. Mezclar en un cuenco la salsa de soja, la salsa Worcestershire, el vinagre de arroz, el vino, el aceite de sésamo y el zumo de limón. Añadir al pollo y mezclar bien. Tapar y dejar marinar como mínimo 1 hora.
Laminar los dientes de ajo y picar el jengibre pelado. Calentar un poco de aceite en una cazuela y dorar ambos ingredientes hasta que empiecen a estar crujientes. Añadir el pollo con su marinada y saltear a fuego fuerte 2 minutos. Regar con un chorro de vino blanco, dejar que evapore el alcohol y añadir el shichimi togarashi.
Tapar, bajar el fuego y dejar cocinar a temperatura media durante unos 20-25 minutos, hasta que la carne esté en su punto y la marinada se haya reducido y espesado. Servir con cebollino fresco picado o un poco de perejil.
Con qué acompañar los contramuslos en salsa de shichimi togarashi
Podemos servir la cazuela de contramuslos de pollo en salsa de shichimi togarashi con una guarnición de arroz o de otro cereal, y acompañarlo de alguna ensalada o verduras de temporada. Si se os va la mano con el picante preparad una salsa sencilla de yogur natural para contrarrestar el sabor.