En el mundo culinario, explorar sabores inusuales puede ser una aventura emocionante. Y, en ocasiones, más fácil de llevar a buen puerto de lo que se piensa. Para la cena de esta noche, os propongo un giro inesperado: un fantástico curry de garbanzos.
En España no solemos salirnos mucho del potaje o, si acaso, los garbanzos con chorizo, pero esta legumbre es súper habitual en la cocina india, y se cocina con curry mucho más que el pollo o el cordero (que es lo que solemos pedir, paradójicamente, en los restaurantes indios).
El corazón de esta receta reside en la combinación de garbanzos, mango, leche de coco y las habituales mezclas de especias indias (que se pueden escoger al gusto de picante). La idea es sofreír las especias con las verduras para liberar su aroma, luego añadir los garbanzos y el mango y dejar que todo se cocine lentamente con la leche de coco, absorbiendo los sabores intensos y complejos.
Nutricionalmente, este curry es una joya. Los garbanzos son una excelente fuente de proteínas vegetales y fibra, lo que lo convierte en una opción ideal para vegetarianos y veganos. Es un plato reconfortante, pero también verdaderamente saludable.
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El plato, además, se puede modificar al gusto, según lo que tengáis en la nevera. Podéis añadir más verduras como zanahorias o patatas o, incluso, cambiar los garbanzos por lentejas o alubias.
Para terminar, os recomiendo acompañar este curry con un arroz basmati aromático o incluso con un pan naan recién hecho. En cuanto a bebidas, un cerveza rubia ligera puede ser un excelente acompañante, cortando la riqueza del curry y refrescando el paladar. Si preferís algo sin alcohol, un té helado con un toque de limón sería perfecto.
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